Bush pide a su padre y a Clinton que lideren una recaudación que él no da

Dos ex presidentes que representan las dos facciones políticas de un país dividido tras las elecciones del pasado noviembre han sido reclutados por el actual mandatario George W. Bush para encabezar un gran esfuerzo de recaudación de fondos a lo largo y ancho del país para paliar la crisis humanitaria en Asia. «La más grande fuente de generosidad en EE.?UU. no es el Gobierno, sino el buen corazón del pueblo americano», entonó Bush, alineado junto a sus dos predecesores más inmediatos, el ex presidente Bill Clinton y George Bush padre, que aceptaron públicamente el reto de servir de embajadores para la causa. Pero mientras Bush les agradecía el gesto y apelaba al corazón de sus paisanos para que abriesen la chequera, su secretario de Estado Colin Powell advertía al llegar a Tailandia que su Gobierno no tiene planes de aumentar la ayuda que ha comprometido. El Gobierno americano fue duramente criticado por su lenta y roñosa respuesta inicial a la catástrofe. La dotación inicial de 15 millones de dólares fue elevada a 30 ante las críticas, una cantidad que según la cadena NBC equivale a lo que EE.?UU. se gasta en Irak en tan sólo cuatro horas. Las llamadas de diferentes legisladores que propusieron redestinar los fondos destinados al país del Golfo a la ayuda asiática provocaron un rápido aumento de la generosidad oficial hasta 350 millones de dólares. Powel ha negado tajantemente las acusaciones, asegurando que ese domingo 26 él mismo se sentó en su oficina «al volver de la Iglesia intentado dar sentido a las noticias que llegaban». Paradójicamente, la espontánea solidaridad de los estadounidenses de a pie ha conmovido a propios y extraños. En apenas cuatro días Oxfam-Intermon recibió en Estados Unidos 3 millones de dólares en pequeñas donaciones on-line sin solicitar. España, ejemplar La cantidad forma parte de los 16 millones de dólares que recogió la organización la semana pasada, comparada con los 1,8 millones de euros que hasta ayer había recogido la misma organización en España, donde se calificaba la respuesta ciudadana de «ejemplar». Los casos de niños que venden limonadas para recaudar fondos, subastas populares o empresas que se han comprometido a equiparar cada donación que hagan sus trabajadores se multiplican por todo Estados Unidos. Los analistas creen que las imágenes de ciudadanos que deambulan desorientados en busca de sus seres queridos resucitaron desde el primer momento el fantasma del 11-S. Para responder a esa sensibilidad de su pueblo, Bush ha enviado a su propio hermano, el gobernador de Florida Jeb Bush, que junto a Powell visitará hoy la isla de Sumatra, antes de atender la conferencia de donantes en Yakarta y acabar en Sri Lanka. El presidente ha indicado que el menor de los Bush goza de especial capacidad para este tipo de desastres por su experiencia con los huracanes que arrasaron el estado de Florida en agosto y septiembre pasado.