ARTIMAÑAS LEGALES
La Casa Blanca presionó al Senado para que no prohibiera las torturas
La Casa Blanca presionó a finales del año pasado al Senado con el fin de bloquear una enmienda que habría prohibido utilizar «métodos extremos» en los interrogatorios a presuntos terroristas. La medida, que los senadores estudiaban como parte de la reforma de los servicios secretos aprobada en diciembre, buscaba prohibir de forma expresa el uso de la tortura con los detenidos y obligaría a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y al Pentágono a informar sobre sus métodos de interrogación en vigor. La noticia, publicada ayer por The New York Time s, confirmó lo que para grupos de derechos humanos es una evidencia: la permisividad del Gobierno esta-dounidense en materia de abusos en los interrogatorios. El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, desmintió la información y defendió al presidente George W. Bush. «Hemos dicho claramente que no aprobamos la tortura. El presidente nunca autorizaría su uso y esto se refiere a todo el mundo», dijo en rueda de prensa. Un senador demócrata citado por el diario señaló que, en medio de la discusión, «la administración quiso preservar la opción del uso de la tortura». Y lo hizo, entre otras formas, a través de sendas cartas enviadas por la asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, y un alto funcionario de la Casa Balnca, en las que «Llamaba firmemente» a los senadores a revisar su postura. La presión surtió efecto, ya que la enmienda fue retirada.