DOS ESPAÑOLES MURIERON EN EL ATAQUE
Un tribunal revoca la sentencia contra el único condenado por el atentado norirlandés de Omagh
El único hombre condenado por el atentado con coche bomba ocurrido en 1998 en Omagh, el más sangriento en la historia de Irlanda del Norte, consiguió ayer un nuevo juicio después de que el Tribunal de Apelación Criminal de Dublín sentenciara que Colm Murphy, un empresario irlandés de 52 años, fue condenado erróneamente de ayudar a los disidentes del Ejército Republicano Irlandés (IRA) a perpetrar el atentado. Murphy fue declarado culpable de proporcionar dos teléfonos móviles que fueron utilizados por el IRA Auténtico para perpetrar el atentado en agosto de 1998, en el que murieron 29 personas -entre ellas dos españoles- y otras 300 resultaron heridas. Los abogados de Murphy habían presentado una apelación en la que especificaban 45 motivos para la posible anulación de la condena, de los cuales el tribunal de apelación aceptó dos. El primero de ellos, que el tribunal que le juzgó no trató correctamente las pruebas de dos detectives irlandeses, que se descubrió que habían añadido declaraciones falsas a sus notas escritas. Y la segunda que el tribunal había hecho referencias ilegales a las condenas previas de Murphy. Los tres magistrados del tribunal de apelación, encabezados por el juez Nicholas Kearns, afirman en su sentencia que la alusión a las condenas previas de Murphy suponen «una invasión de su presunción de inocencia». Nada más leerse la sentencia, los abogados del acusado reclamaron su puesta en libertad bajo fianza. Los fiscales no se opusieron a esta medida, por lo que Kearns fijó la fianza en 50.000 euros y ordenó mantenerle en prisión hasta que pueda pagarlos.