Diario de León

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Acopio ante el temor de escasez La red yihadista francesa para Irak fomentó proyectos de atentados Alemania se opone a un eventual uso de la fuerza en Irán

Colas en las panaderías, estantes vacíos en los supermercados, miedo entre los que esperan en la calle. Los habitantes de Bagdad se preparan para lo peor en la jornada electoral

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Mariam Kerouny - bagdad efe | parís efe | davos

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Ante la extensión de los toques de queda y las estrictas restricciones al tránsito que comenzaron el viernes, los iraquíes empezaron a acopiar desde latas de atún hasta tintura para el cabello, mientras se refugian en sus hogares de cara a las elecciones del domingo. Las estanterías en el supermercado Warde en el distrito de Karrada se vaciaban rápidamente, a medida que los ciudadanos de Bagdad compraban todo el alimento enlatado y el arroz que podían, antes de que se hiciera efectivo el toque de queda. Los enormes refrigeradores del supermercado, usualmente repletos de pollo y carne de res, estaban casi vacíos. «Durante dos días ha venido mucha gente. Las personas están comprando cantidades de cosas, en su mayoría alimentos enlatados como el atún. Nadie quiere dejar nada librado a al azar», dijo Yosuf Ibrahim, un empleado del supermercado. El viernes se cerraron las fronteras terrestres de Irak y también se prohibió viajar entre las provincias del país . El aeropuerto dejará de operar a partir del sábado. La mayoría de los negocios cerrará el sábado y el domingo debido a las restricciones y al temor a la violencia, ya que los insurgentes intentarán arruinar las elecciones. Desde el viernes, ningún residente de Bagdad puede salir a la calle a partir de las 7 de la noche hora local (1600 GMT). El toque de queda ampliado se levanta a las 6 de la mañana hora local, aunque continuará incluso después de la elección. Ante la posibilidad de una interrupción prolongada del transporte, los iraquíes se apresuraban a comprar en las tiendas. «Compré comida enlatada, espagueti y arroz. Compré todas las cosas que nos mantendrán con vida y que no se pudren con la falta continua de electricidad», dijo Iman al-Dulaimy, una ama de casa de 48 años que se pasó varias horas en la cola del supermercado. «Generalmente compro una o dos cosas, pero ahora estoy comprando una gran cantidad de cosas por unos 150 dólares», añadió. Clientes con miedo En la panadería Zaytoun, hombres, mujeres y niños hacían fila para conseguir pan. Algunos estaban preocupados por tener que esperar tanto tiempo al aire libre, por temor a los insurgentes. «Estuve de pie aquí por más de media hora para conseguir algo de pan. Será demasiado peligroso salir mañana y por eso estoy parado aquí ahora», dijo Talal Yaldeh, un maestro de 45 años. «No quiero que me disparen por esperar el pan, no es algo por lo que vale la pena morir», añadió, mientras aguardaba en el medio de la fila de unas 30 personas. El dueño de la panadería, que luchaba para satisfacer la demanda, limitó cada compra a un máximo de 24 panes finos y pequeños. «Tuvimos que limitar la cantidad a 24 porque si no hacemos eso muchas personas no podrán recibir nada», dijo Haitham Raheem. Este comerciante indicó que la panadería estaría cerrada el sábado y el domingo pero que volvería a abrir el lunes a la mañana siguiente de las elecciones iraquíes. Muchos se quejaban de la poca cantidad de comida que habían conseguido. «Estos días no se puede confiar en las medidas de seguridad. Dicen que es por tres días, pero ¿qué pasará si algo ocurre y las tienen que extender?», se preguntó Sadeq Salman de 45 años. La red de envío de yihadistas franceses a Irak, desmantelada en París esta semana, habría «fomentado proyectos de atentados» en Francia contra «intereses nacionales y extranjeros», informó ayer la Fiscalía de París. El Ministerio Público no dio más precisiones, en un escueto comunicado, sobre los supuestos planes de atentados. Precisó que el objetivo de la red también era enviar a jóvenes franceses a Irak para combatir en las filas insurgentes. Dos de los once presuntos islamistas radicales detenidos en sendas redadas en París los pasados lunes y miércoles fueron procesados hoy por asociación de malhechores con fines terroristas. Después de su procesamiento por los jueces antiterroristas Jean-Louis Bruguiere y Jean-Francois Ricard, los dos imputados deben comparecer ante un juez de las libertades y la detención para que dicte su ingreso en prisión, pedido por la Fiscalía. Un tercero comparecerá hoy ante un juez antiterrorista, con vistas a su procesamiento. Los dos primeros han sido identificados como Farid Benyettou, de 23 años, y Thamer Bouchnak, de 22, ambos de origen magrebí. Los investigadores antiterroristas consideran al primero como responsable del reclutamiento de la red de envío de jóvenes yihadistas franceses a Irak. Los otros dos detenidos eran discípulos suyos que supuestamente se disponían a viajar a Irak para combatir. El canciller alemán, Gerhard Schröder, dijo ayer que «Irán debe abandonar para siempre el uso militar de su poder nuclear», pero subrayó que esto debe conseguirse únicamente a través de «medios diplomáticos y políticos». En su intervención en el Foro Económico Mundial, que se celebra en la localidad alpina suiza de Davos, recalcó que también quería dejar claro que «no necesitamos otro conflicto en esa región». Irán ha congelado temporalmente su programa de enriquecimiento de uranio que puede ser utilizado en plantas o armas nucleares, pero sus autoridades insisten en que se trata de un derecho soberano al que no está dispuesto a renunciar. Estados Unidos, por su parte, ha señalado que privilegia la vía diplomática para resolver este asunto, pero ha advertido al mismo tiempo de que no descarta otras opciones. Schröder defendió la política exterior de su Gobierno y rechazó «las acusaciones de que Alemania no cumple sus responsabilidades internacionales». Sobre Irak dijo que mantiene su conocida posición en contra de la guerra que le declaró Estados Unidos, pero dijo que «eso es historia» y que Alemania está comprometida ahora «con la estabilización y democratización» del país árabe. Sostuvo que este compromiso se refleja en la propuesta alemana de aliviar la deuda exterior iraquí con el fin de «que cuente con recursos para invertir internamente» y acelerar su propia reconstrucción. Recordó que Alemania ha asumido la tarea de entrenar y preparar a las nuevas fuerzas militares.

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