JORDANIA
Amán teme el nacimiento de otro régimen chií
El rey de Jordania, Abdalá II, de-sató una tormenta política cuando hace unas semanas alertó contra el peligro que podía suponer el surgi-miento de un gobierno chií en Irak tras las elecciones. En realidad, el monarca hachemí sólo estaba di-ciendo en voz alta lo que muchos piensan en Oriente Medio. Lo cierto es que el régimen dictatorial de Sadam, que había llevado al poder a la minoría suní, había creado cierto equilibrio entre los regímenes suníes y chiíes en Oriente Medio. Del lado chií Irán, Líbano y Siria (el presidente sirio Bashar al Assad es alauí, una de las ramas del chiísmo); del otro, el resto. Se da por descontado que ese equilibrio se romperá hoy porque los partidos chiíes ganarán las elec-ciones iraquíes, ya que representan al 60% de la población. Jordania, con su régimen suní, mira este cambio de tornas con preocupación y muchas dudas. Por un lado teme que las facciones religiosas iraquíes conduzcan el país hacia una teocracia como en Irán. Eso le haría estar rodeado de estados potencial-mente hostiles. Por otro lado teme que la marginación de los suníes conduzca a estos hacia una guerra civil que podría tener graves consecuencias para Jordania.