Bush apuesta por mantener la misma receta que aplicó en Irak
George W. Bush explicó anoche los puntos más importantes de la agenda para su segundo mandato, tanto dentro como fuera de Estados Unidos, en el debate sobre el Estado de la Unión. En horario estelar para todo el país y en una sesión conjunta del Congreso y el Senado, Bush promovió de nuevo su «conservadurismo compasivo» y su optimista visión sobre la situación en Oriente Medio. Antes de ponerse delante de los más de 280 millones de estadounidenses, el mandatario había ensayado hasta cinco ve-ces su discurso, cronometrado en 40 minutos sin aplausos. Confiado y satisfecho por los resultados de las elecciones en Irak del pasado domingo, Bush quiso dejar claro que su política en la región ha dado frutos. Para ello, utilizó la celebración de comicios en Afganistán, Palestina e Irak para vislumbrar un más que optimista escenario en Oriente Medio. Como testimonio, dos «nuevos» votantes, uno iraquí y otro afgano, escucharon su discurso sentados al lado de Laura Bush. Según adelantaron fuentes de la Casa Blanca, el presidente iba a intentar convencer a sus conciudadanos de que se están haciendo progresos en Irak y de que el sacrificio de dinero y vidas (más de 1.000 millones de dólares a la semana y más de 1.400 soldados muertos) ha merecido la pena. No tenía previsto, sin embargo, desvelar un calendario para la salida de las tropas del país árabe. Respecto a Irán y Corea del Norte, Bush empleó un tono conciliador y apostó por la vía diplomática. «El presidente ha dicho una y otra vez que esta vía es la mejor pero parece que muchos no lo quieren escuchar», señaló un funcionario de la Casa Blanca. Bush no presentará un calendario de salida de las tropas de Irak (donde ahora hay unos 150.000 soldados de EE.?UU.), sino que insistirá en la necesidad de seguir allí hasta que el Gobierno de Bagdad sea estable y pueda garantizar su propia seguridad.