Un país marcado por los crímenes de Estado

Centenares de civiles y soldados han sido sometidos a ejecución extrajudicial en Togo. La detención arbitraria ha sido una práctica habitual. Un elevado número de civiles han permanecido detenidos durante meses, e incluso años, sin cargos ni juicio. Durante los últimos diez años, las fuerzas de seguridad han empleado la tortura de forma sistemática. La información publicada en mayo de 1999 en el informe de AI indica que las exportaciones y la ayuda militar y de seguridad de Francia han contribuido a la comisión de violaciones de derechos humanos en Togo. Por ejemplo, las declaraciones de testigos presenciales señalan que se han usado aviones Buffalo, fabricados en Canadá y reparados en Francia, para arrojar cadáveres al mar frente a la costa de Togo y Benín.