Las Fuerzas Armadas togolesas han concedido la Jefatura del Gobierno a su hijo, Fort Ñasingbe
Togo, al borde de la guerra civil tras la muerte del golpista Eyadema
El presidente llegó al poder en 1967 al derrocar a Grunitzki en un golpe de estado militar
Las Fuerzas Armadas togolesas anunciaron que el presidente Ñasingbe Eyadema, fallecido ayer, ha sido reemplazado por su hijo, Fort Ñasingbe, de 39 años. El anuncio fue hecho por el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Zacharie Nandia, en una declaración en la televisión nacional. La Constitución de Togo prevé que el presidente de la Asamblea Nacional, Sambare Na Tchaba, asuma de forma interina el poder hasta la realización de nuevas elecciones presidenciales, en un plazo de 60 días. Pero el jefe del Estado Mayor justificó el nombramiento precipitado del hijo del difunto mandatario por la ausencia del país del presidente de la asamblea nacional. La televisión nacional divulgó inmediatamente imágenes en las que los altos mandos del Ejército juran fidelidad al nuevo mandatario. «Togo acaba de ser golpeado por un gran desgracia. Se trata de una verdadera catástrofe nacional. El presidente ya no está», dijo el comunicado gubernamental leído por Sama. Advirtió que las Fuerzas Armadas y de Seguridad vigilarán que «el orden, la seguridad y la paz reinen en todo el territorio nacional». Decano de los mandatarios africanos, Ñasingbe Eyadema, que tenía 69 años, llegó al poder en 1967 al derrocar al presidente Nicolas Grunitzki en un golpe de estado militar. Desde entonces, Eyadema dirigió el país de forma muy autoritaria, negándose a adoptar las reformas democráticas exigidas por la oposición política y la comunidad internacional. La Unión Europea y los Estados Unidos suspendieron su cooperación con Togo durante más de una década como consecuencia de lo que calificaron «déficit democrático», una suspensión que se relajó durante los últimos diez años. La UE ha pedido respeto a la legalidad y un compromiso a que se resuelva de manera pacífica. El presidente francés, Jacques Chirac, mantuvo ayer conversaciones telefónicas con sus colegas africanos. Chirac «se mantiene en estrecho contacto con los jefes de Estado de la región», indicó la Presidencia francesa en un comunicado, sin precisar con qué mandatarios había dialogado. Chirac expresó «profunda tristeza» tras la muerte del presidente de Togo, Ñasingbe Eyadema, fallecido a los 69 años a consecuencia de una enfermedad. El presidente galo se mostró convencido de que «Africa sentirá cruelmente La pérdida de quien, desde hace tantos años, había consagrado sus esfuerzos a la cooperación regional, la mediación y la búsqueda de la paz», según un comunicado difundido por el Elíseo. «Con él desaparece un amigo de Francia y un amigo personal», añadió el presidente galo sobre el que fuera mandatario de la ex colonia, cuyo talante democrático fue puesto en entredicho más de una vez.