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Abú Mazen negocia en Gaza con Hamás e informa a los radicales del alto el fuego

Sharón ordena las primeras medidas para aliviar la vida en Palestina

Israel abre sus fronteras a los trabajadores palestinos tras el acuerdo de Sharm el Sheij

Un grupo de niños palestinos celebra el acuerdo de paz de camino al colegio en Gaza

Publicado por
Eugenio García Gascón - jerusalén
León

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El acercamiento entre israelíes y palestinos, sellado el martes con un alto el fuego, tienen ya efectos prácticos en el terreno. El ministro israelí de Defensa, Shaul Mofaz, ordenó ayer una serie de medidas de alivio para el pueblo palestino, entre ellas la apertura inmediata de los pasos fronterizos de Erez, en el norte de la franja de Gaza, que posibiliten la entrada de una primera tanda de mil operarios palestinos para trabajar en Israel. Esta iniciativa supone el primer gesto de distención del Gobierno de Ariel Sharón con la población palestina en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania tras el pacto en Sharm el Sheij entre el primer ministro israelí y el presidente palestino, Abú Mazen. Desde ayer cientos de trabajadores palestinos de Gaza pueden acceder al parque industrial de Erez, en la frontera de Gaza con Israel, una zona establecida hace más de treinta años donde operan fábricas y talleres palestinos e israelíes. Tel Aviv también ha autorizado la entrada de centenares de empresarios y comerciantes que animan el intercambio comercial con Israel por el paso fronterizo de Karni. Otra de estas medidas de alivio será la reanudación de las visitas a los prisioneros de la franja de Gaza y la recuperación por parte de funcionarios de organismos internacionales de sus permisos para circular libremente entre la franja de Gaza y Cisjordania pasando por Israel. El optimismo que ha suscitado la cumbre de Sharm el Sheij ha actuado como un revulsivo en Israel, donde se han multiplicado las exigencias para celebrar un referéndum sobre la retirada de la franja de Gaza con la esperanza de que la población rechace los planes del primer ministro Ariel Sharón. Esos políticos advierten sin tapujos del riesgo de una guerra civil -si finalmente el Ejército procede a evacuar a los colonos- entre los moderados partidarios de la retirada y los extremistas que cada vez son más numerosos en Israel. «No habrá referéndum. Lo repito: no habrá consulta popular. ¿Es que alguien cree que si el 65% apoya la retirada y el 35% la rechaza, los colonos lo aceptarán?», se preguntó por la tarde el primer ministro. Y sobre las amenazas de guerra civil no fue menos tajante. «La presión para celebrar un referéndum se ejerce con el miedo a la guerra civil. Nunca he aceptado amenazas y no voy a empezar ahora. Quien crea que la vida política puede desarrollarse sometida a las amenazas simplemente se equivoca». Pacto palestino a medias El presidente palestinoviajó ayer a la ciudad de Gaza para entrevistarse con los responsables de los principales grupos radicales palestinos e informarles de los resultados de la cumbre de ayer en Sharm el Sheij, durante la que anunció junto al primer ministro israelí un alto el fuego. Por el momento, Mazen no ha logrado convencer a Hamás de que acepte el pacto, aunque la organización anunció que no atacará si no es atacada.

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