El Senado norteamericano investiga la entrega sin control de sacas llenas de dólares en Irak

Sacas y sacas de dólares frescos se repartieron en Irak desde mayo del 2003 sin el control adecuado, según declararon ayer varios testigos ante el Comité de Política Democrática del Senado, que quiere investigar el despilfarro. «No estamos hablando de calderilla», dijo el senador demócrata Byron Dorgan. «Millones, puede que miles de millones, se han desperdiciado y despilfarrado». Su afirmación se apoyaba en testimonios como el de Frank Willis, ex consejero de EE.?UU. en Irak, que declaró ante el Comité. «En resumen: funcionarios inexpertos, miedo a tomar decisiones, falta de comunicación, poca seguridad, ausencia de bancos y mucho dinero alrededor. Ese es el caos al que me refería cuando hablaba del Salvaje Oeste». Willis había sido convocado para explicar sus declaraciones en las que había visto a funcionarios de la Autoridad Provisional de la Coalición (APC) que instauró Estados Unidos tras la ocupación sacando millones de dólares de la caja de seguridad. «Cuando era día de pago les decíamos que vinieran con la maleta y se la llenábamos de billetes», describió Willis. Otro testigo, Don North, al que la APC le encargo el proyecto millonario de establecer una cadena de televisión, relató como ésta acabó siendo inservible porque las autoridades no le permitían realizar un trabajo independiente sino que la utilizaban para «lavar los trapos sucios de su actividades». Bush y los resultados Aunque están lejos de ser lo que hubiera deseado, la Casa Blanca saludó ayer los resultados de las elecciones iraquíes y prometió que seguirá apo-yando la transición democrática en el país árabe. George W. Bush prefiere restar importancia a la posible in-fluencia que el régimen de Irán, en la diana de su política exterior, tendría sobre un gobierno iraquí de mayoría chií. Una posibilidad que provoca pesadillas en Washingyon. Así, mientras Bush felicitaba a los ganadores, al pueblo iraquí y a los aliados que hicieron posible las elecciones, su portavoz Scott McClellan hacía frente a las preocupaciones desatadas por los resultados . En rueda de prensa, afirmó que «los líderes iraquíes han demostrado que están comprometidos con un Gobierno que sea incluyente y representativo». McClellan se hacía eco de las palabras del ministro de Finanzas sobre que no habrá orientación islámica.