La periodista italiana retenida en Irak suplica a su gobierno por su vida

El conmovedor mensaje de la periodista Giuliana Sgrena, secuestrada hace dos semanas en Irak, pidiendo el retiro de las tropas italianas de ese país, estremeció ayer a Italia y en particular a la clase política que sin embargo votó a favor de continuar con la misión. «Retírense de Irak, este pueblo no debe seguir sufriendo. Nadie debe venir a Irak. Presionen al Gobierno para que retire las tropas. Mi vida depende de ello», dijo, en una súplica en la que se dirigió llorando a su compañero sentimental Pier Scolari. «Ayúdenme, hagan algo por mí, Pier, haz algo. Tú que siempre has estado junto a mí en todas las batallas. Ayúdame a pedir la retirada de las tropas, muestra todas las fotos que he hecho que muestran a los niños heridos por las bombas de racimo, a las mujeres. Este pueblo no quiere la ocupación, no quiere a los extranjeros», suplicó en el estremecedor vídeo que apenas dura unos minutos. Sgrena recuerda en el mensaje que está a favor del pueblo iraquí, que siempre ha rechazado la guerra. Son imágenes crueles que se contemplan con congoja y sus padres han dicho que nunca antes la habían visto llorar. Giuliana Sgrena, de 56 años, que fue raptada el 4 de febrero en Bagdad mientras entrevistaba a refugiados de Faluya, apareció en el video demacrada, con la voz quebrada, nerviosa y llegó hasta a unir las manos como en una plegaria. Lo único positivo es que es la primera señal de que está viva después de dos semanas. Un dato curioso, que llama la atención de los investigadores, es que Sgrena repite su mensaje en francés. La familia de Sgrena, entre ellos su padre, Franco Sgrena, anciano resistente co-munista, admitió sus temores de un desenlace infeliz. Las dramáticas súplicas de Giuliana pesaron duramente en la sesión que se desarrolló en la tarde en el Senado para votar la financianción hasta el 30 de junio de los soldados italianos en Irak. Sin embargo, se aprobó la prolongación de la misión militar en Irak, con el voto a favor de la mayoría conservadora y el pronunciamiento en contra de la oposición de centroizquierda que lidera Romano Prodi. La alianza gubernamental sacó adelante la iniciativa con 141 votos a favor, frente a los 112 en contra de la oposición, que se mantuvo unida, pese a las notables discrepancias que existen en su seno.