Israel dejará de derribar las casas de los palestinos más combativos

El ministro israelí de Defensa, Saúl Mofaz, ordenó ayer al Ejército que deje de demoler las casas familiares de milicianos y suicidas por considerar que no es una medida eficaz para detener a otros suicidas. La decisión no afecta a las demoliciones más numerosas, las que se hacen aduciendo «razones de seguridad», que han sido responsables de la destrucción de millares de casas durante los últimos cuatro años. Hasta ahora el Gobierno israelí había sostenido que las demoliciones eran eficaces para evitar que hubiera más suicidas pues éstos tenían miedo a que sus familias se quedaran sin hogar. El informe sostiene que las demoliciones causan más daño que beneficios a Israel puesto que engendran «odio» y «hostilidad» y eso se traduce en más atentados. Mientras, el fiscal general de Israel, Menahem Mazuz, ha decidido no procesar al primer ministro Ariel Sharón por corrupción en un caso que se remonta a cinco años atrás aunque ha ordenado el procesamiento de su hijo Omri Sharón.