La insurgencia iraquí se ceba con los chiíes y provoca una matanza

Los chiíes iraquíes han vuelto a ser blanco de la violencia con tres atentados en Bagdad, después de alzarse con la victoria en las últimas elecciones y cuando negocian la formación de las nuevas instituciones. Al mediodía del viernes, cuando falta solo un día para la fiesta grande de Achura -la más importante del calendario chií- tres atentados distintos contra otros tantos barrios chiíes de la capital, Bagdad, dejaron 23 muertos y más de sesenta heridos. Dos de los atentados se produjeron contra las mezquitas que se encontraban llenas de fieles, pero en este caso los terroristas eligieron dos mezquitas discretas, de barrio. En la primera mezquita, un suicida hizo estallar un cinturón de explosivos adosado a su cuerpo justo momentos antes de empezar la oración. El segundo atentado, perpetrado al término de los rezos, fue causado por otro suicida al que «acompañaron» disparos de mortero. Esta mezquita es muy popular entre los seguidores del clérigo radical chií Muqtada al Sáder. El tercer ataque tuvo lugar por la tarde. Otro se produjo al paso de una procesión en el barrio también chií de Al Shu-la. Uno o varios proyectiles de mortero cayeron cerca de un cafe. Entre las tres víctimas mortales está el dueño de la cafetería y un niño. En el país se produjeron cuatro ataques más, que también causaron víctimas. Poco antes de estos ataques, dos periodistas indonesios que viajaban a Bagdad precisa-mente para informar sobre las festividades de Ashura fueron secuestrados por un grupo de hombres armados, según anunció el Ministerio de Exteriores indonesio. Se trata Meutya Hafid y Budianto, respectivamente reportero y cámara de la televisión indonesia Metro TV. También están secuestrados en Irak la periodista francesa Florence Aubenas y su guía iraquí Huseín Hanoun, que desaparecieron el 5 de enero, y la italiana Giuliana Sgrena.