Los socialistas de Sócrates logran la mayoría absoluta en Portugal

El recuento de todas las papeletas debía finalizar, previsiblemente, a las 0.30 de la pasada madrugada (la una y media en España), pero a primera hora de la noche los medios audiovisuales lusos y los periodistas reunidos en las sedes del PS y del PSD daban por hecho que el socialista José Sócrates ha obtenido en torno al 48,5% de los votos, porcen-taje que ha sido calculado teniendo en cuenta los tres sondeos realizados a pie de urna y la proyección de los resultados ya conocidos diez minutos después de cerrar los colegios electorales en las Azores. Así las cosas, Sócrates dispondría de una holgada mayoría absoluta en la Cámara lusa, entre 123 y 129 diputados (en la legislatura recién cerrada el PS disponía de 95 escaños). En el Portugal continental y en la isla de Madeira los colegios electorales cierran a las siete de la tarde (las ocho en España), pero en el archipiélago de las Azores las urnas son precintadas una hora más tarde, sólo entonces está autorizado difundir las previsiones de los sondeos a pie de urna y los resultados habidos en los colegios electorales que ya han finalizado el recuento. Ayer, apenas diez minutos después de las ocho de la tarde, el júbilo estalló en el lisboeta hotel Altis, donde la cúpula del PS perma-necía reunida. Sorpresa en la participación Pero la victoria más llamativa no fue la de Sócrates, sino la del sistema democrático. Mil y una circunstancias, entre las que descollaban la crisis económica, el creciente desempleo, motivaron que prácticamente todos los analistas alertaran sobre el riesgo real de que el hastío generalizado que se respira en el país provocara una elevada abstención. Todos, incluso los candidatos, temían que se superara el grado de abstención de las generales del 2002, un 38,5%. Sin embargo, ayer, de los 8.750.029 portugueses con derecho a voto, el 79%, aproximadamente, acudió a las urnas. El ingeniero y primer ministro en péctore José Sócrates, que votó a las 11.30 de la mañana en el pueblo del interior donde se crió, Covilha, acudió al cuartel general del Partido Socialista al filo de la seis de la tarde y se enclaustró con sus colaboradores en la sexta planta del Altis. Sócrates «no comparecerá hasta que consideremos que los datos disponibles son equiparables a los definitivos», advirtió un alto cargo del partido. Pero al filo de las ocho y media (las nueve y media en España), el portavoz oficial del PS, Pedro Silva, compareció ante la prensa y dio por cierta la victoria.