Un nuevo clima bilateral entre las dos grandes potencias con la recuperación de Irak de fondo
Doble cumbre, en la Otan y en la Unión Europea, y doble consecución de objetivos. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, logró ayer implicar a los líderes europeos en la reconstrucción de Irak, algo a lo que durante meses se estuvieron resistiendo socios como Francia, Bélgica y Alemania, aparte de España. Bush destacó ayer la importancia de la unanimidad de los 26 países de la Otan para participar en la misión conjunta de formación de militares iraquíes, a pesar de que el programa es de pequeño tamaño. «Que 26 países se impliquen en Irak es importante», señaló Bush al término de la cumbre en la Alianza, a pesar de lo reducido del programa que se lanzará, dotado con un presupuesto de 3,5 millones de euros, de los que España aportará 400.000 euros, para entrenar a un millar de oficiales iraquíes, en torno a la mitad de ellos en el exterior del país. Conferencia internacional Ya por la tarde, en la cumbre con la UE, la Casa Blanca arrancaba a los líderes de los Veinticinco el compromiso para organizar una conferencia desde la que se canalicen los esfuerzos internacionales para la reconstrucción de Irak. «Si el Gobierno iraquí lo estima oportuno, la UE y Estados Unidos están dispuestos a convocar una conferencia internacional», manifestó el presidente de turno del Consejo, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, antes de abundar que dicha conferencia se encargaría de «coordinar los esfuerzos internacionales» para la reconstrucción de Irak. Intereses americanos Al termino de la reunión, el presidente Bush y Juncker comparecían en una rueda de prensa común para escenificar el nuevo clima en las relaciones bilaterales. «Ustedes no deben tener ninguna duda de que mi Gobierno y los Estados Unidos quieren que el proyecto europeo tenga éxito. Una Europa fuerte favorece a nuestros intereses», remachó el líder norteamericano.