El único baño de masas

George W. Bush se dio ayer en Bratislava con evidente placer un baño de masas, el único de su gira de cuatro días por Europa. Tras un discurso al aire libre, en el que alabó a los eslovacos por sus esfuerzos para acabar con la dictadura comunista, Bush bajó de su tribuna y, junto al primer ministro, Mikulas Dzurinda, caminó algunos metros por la histórica plaza de Hviezdoslav, prodigando saludos y estrechando manos, aunque sin quitarse los guantes. A pesar del frío y de la nieve, varios miles de eslovacos lle-garon de todo el país para el ver al presidente estadounidense. «Poder ver a George Bush en persona es una ocasión única en la vida», afirmó Emanuel Stefanik, de 27 años, mientras Iván Pavlovic, de 48, acudió porque «tenía curiosidad, pero no estoy de acuerdo con su política». Entusiasmo Pocos sitios quedan ya en donde Bush provoque tanto entusiasmo y no tema la ira de los manifestantes. Aunque el acto no estuvo exento de incidentes y se produjeron varias deten-ciones. «El pueblo americano está orgulloso de decir que ustedes son sus aliados, sus amigos, sus hermanos en la causa por la libertad», dijo Bush. Comparó la revolución checa de 1989 con la que, según él, se está produciendo en Irak. «Hemos asistido a hechos notables en la historia de la libertad: una revolución rosa en Georgia, una revolución naranja en Ucrania, y ahora una revolución violeta en Irak»,aludiendo a ese color por ser el usado para marcar los dedos de los votantes iraquíes el 30 de enero. El ex presidente de la URSS Mijaíl Gorbachov opinó que la cumbre ruso-estadounidense celebrada terminó con un «balance positivo» que echa por tierra los malos augurios sobre sus resultados. «Podemos sacar la conclusión de que no se han justificado los pronósticos más escépticos de quienes instigaban la tensión resaltando las divergencias existentes» entre los presidentes, dijo Gorvachov.