El Pentágono pone límites a los interrogatorios de los prisioneros

El Gobierno de Estados Unidos ha decidido imponer límites a los interrogatorios de prisioneros de guerra como consecuencia directa del escándalo desencadenado por las torturas a reclusos en el penal iraquí de Abu Ghraib. Thomas Gandy, director de contraespionaje del Ejército norteamericano, dijo que esos interrogatorios se ceñirán de forma más estricta a las normas impuestas por las Convenciones de Ginebra que regulan el trato que se debe dar a los prisioneros de guerra. «A partir de ahora dejaremos menos posibilidades de que el encargado del interrogatorio tenga que decidir qué puede hacer y qué no puede hacer», dijo el miércoles el general Donald Ryder, jefe de policía militar durante una conversación con periodistas. Ryder manifestó que la decisión se tomó en el momento en que se investiga el trato dado a más de 30.000 prisioneros capturados en Afganistán e Irak en los últimos dos años. Señaló que en esos casos se han recibido 308 denuncias de malos tratos y que 107 de ellos todavía continúan abiertos para su investigación. Gandy manifestó que los encargados de los interrogatorios no volverán a utilizar perros para amedrentar a los detenidos durante los interrogatorios. Algunas fotos difundidas el año pasado sobre las torturas en Abu Ghraib mostraban el uso de esos animales sin bozal contra prisioneros desnudos y maniatados. El escándalo, que llevó al enjuiciamiento en tribunales militares de algunos de los soldados que aparecieron en esas fotos, desató una ola mundial de críticas.