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Y ahora: divide y vencerás

El Pentágono cree que no podrá acabar militarmente con la la insurgencia iraquí

Dos limpiadores arrastran la sangre del atentado de ayer en Hilla

Publicado por
David Beriain - redacción | la coruña
León

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Como una confirmación oficial de lo que todo el mundo ya sabía, el General Richard Myers, presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, declaró el viernes pasado que vencer a la resistencia iraquí podría llevar una década o más. Y eso, si se tiene éxito. La declaración oficial de Myers ratificó que en el Pentágono algo se estaba moviendo. Frente al entusiasmo inicial de quienes creyeron que se podía aplastar militarmente a los rebeldes, en los últimos meses han ganado peso los escépticos, que abogan por alguna clase de compromiso con la resistencia o, por lo menos, con una parte de ella. Esta segunda opción ya se ha puesto en marcha. No es que exista un diálogo oficial, ni mucho menos unas negociaciones. Es más bien una toma de contacto entre mandos militares de segundo nivel y algunos de los comandantes de la resistencia. Estos encuentros informales, adelantados por la revista Time y confirmados en días posteriores por el mismo secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, están encaminados a abrir una vía para que los insurgentes hagan saber lo que quieren y una oportunidad para los norteamericanos para conocer más de un enemigo del que, tras dos años de lucha, apenas se sabe nada. Y es que ese es el problema básico al que se ha enfrentado el Ejército de Estados Unidos. Se sabe que hoy por hoy, la insurgencia es una fuerza heterogénea capaz de llevar a cabo entre 40 y 60 ataques diarios, pero se desconoce casi todo sobre su estructura, mandos, organización y cantidad de miembros. Las estimaciones van desde 10.000 a 200.000. En lo que sí coinciden casi todos los expertos es en que está claramente divida en dos grupos muy distintos. Por un lado está la resistencia nacionalista de origen suní e integrada por miembros de los aparatos militares y de inteligencia del régimen de Sadam. Este primer grupo es el mayoritario y dirige la mayoría de sus ataques con-tra las fuerzas de ocupación. El segundo conjunto es el integrado por los islamistas radicales, liderados por Abú Musab al Zarqawi, y autores de los atentados contra población civil como el de ayer. Según las informaciones disponibles, los contactos se están limitando a la resisten-cia nacionalista. Su represen-tante en los encuentros, cuyo nombre de guerra es Abú Mohamed, se ha mostrado dispuesto a alcanzar un acuerdo.