Veinte mil libaneses se echan a la calle en Beirut y amenazan con no volver a sus casas
La presión popular en Líbano dinamita al Gobierno pro sirio, que dimite en bloque
La oposición desafía al Gobierno en la calle y en el Parlamento por el asesinato de Hariri Israel pre
El asesinato del ex primer ministro Hariri se ha cobrado su primera víctima: la del actual primer ministro Omar Karamé y, por ende, la de todo su Gobierno. El asesinato de Hariri, las presiones externas, las denuncias de la oposición y la multitudinaria manifestación popular de ayer en Beirut han acelerado la dimisión del Gobierno en bloque. La decisión puede entenderse como una medida para apaciguar la tensa situación en el Líbano y para encubrir la ingerencia siria en el país mediterráneo. La gota que colmó el vaso se produjo ayer. Más de 20.000 libaneses se echaron a la calle en Beirut, los comercios cerraron y la ciudad se quedó paralizada. Amenazaba, como en Ucrania con la revolución naranja de Kiev, con no volver a sus casas. «Anuncio la dimisión del gobierno que he tenido el honor de presidir para que no constituya un obstáculo» a la investigación del asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri. El anuncio de Karamé fue seguido de un estallido de aplausos de la Asamblea, reunida a petición de los diputados de la oposición, que hicieron asumir al gobierno la responsabilidad del asesinato cometido el 14 de febrero. «Ya te llegará tu hora, Lahud, y también la tuya, Bachar», cantaban por su parte los miles de libaneses reunidos desde la noche del domingo en la vecina Plaza de los Mártires, en alusión a los presidentes del Líbano y de Siria. En toda la capital y la mayoría de las regiones libanesas se hicieron oír petardos y conciertos de bocinas en señal de alegría. Por la noche, una persona murió en los enfrentamientos registrados entre partidarios de la oposición y del gobierno en Trípoli, cuna del dimitido primer ministro. La oposición libanesa cantó victoria pero instó a sus partidarios a la calma. «Si vosotros no hubierais estado presentes en este lugar, no habríamos obtenido esta victoria», afirmó el diputado independiente Henri Mujeiber, ante miles de simpatizantes que expresaban su alborozo en el centro de Beirut al conocer la noticia. Su colega, Bassem Saba, parlamentario del grupo Corriente del Futuro -que apoyaba al asesinado ex primer ministro Rafik Hariri- pidió tranquilidad a los congregados. «Tenemos que tener cuidado. Sabéis saben que aún están los servicios de inteligencia y que nos encontramos en una etapa crucial de nuestra historia» advirtió Saba, en alusión a la red de agentes de información que Siria mantiene desplegado en el Líbano.