El fallo histórico califica los ajusticiamientos como crueles y vergonzos
El Supremo de EE.UU. anula la pena de muerte para los menores
Esta práctica sólo está vigente en países como Irán, Pakistán, China o Arabia Saudí Segundo revés
En una reñida y ajustada votación, el Tribunal Supremo de Estados Unidos decidió ayer abolir la pena de muerte para los condenados que tuvieran menos de 18 años cuando cometieron sus crímenes. El fallo del alto tribunal, aprobado por cinco votos a favor y cuatro en contra, afecta a 19 estados en los que todavía estaba vigente la aplicación de esta sentencia a menores de edad y librará de permanecer en el Corredor de la Muerte a 72 asesinos juveniles (29 de ellos solo en Texas). En su argumentación, el juez Anthony Kennedy, encargado de redactar el fallo en nombre del resto de los magistrados del Supremo, declaró esta práctica inconstitucional, cruel y vergonzosa, además de poco frecuente, amparándose así en la Octava Emnienda de la Constitución que prohibe los castigos crueles e inusuales. También recordó que los 18 años es el límite que la sociedad fija como norma general para separar la adolescencia de la edad adulta, por lo que no ven motivo para hacer una excepción en este asunto. «Nuestra sociedad ve a los jóvenes como menos culpables que al resto de los criminales», escribió Kennedy. En su decisión, el Supremo tampoco fue ajeno a lo que calificó como «arrolladora oposición internacional» frente a esta práctica, que sólo está vigente en algunos países como Irán, Pakistán, China o Arabia Saudí, donde el respeto a los derechos humanos es prácticamente inexistente. Por su parte, el juez Antoni Scalia, uno de los cuatro que se opusieron al fallo, criticó que el Supremo se proclame «el único árbitro de los valores morales de nuestra nación». Su colega Sandra Day O¿Connor opinó que la mejor solución sería revisar la madurez de los adolescentes en cada caso. Celebración Tras conocer la decisión, grupos opositores a la pena capital expresaron su satisfacción por lo que calificaron como fallo histórico. «Ahora, Estados Unidos puede quitar con orgullo su nombre de la vergonzosa lista de violadores de derechos humanos en el mundo que todavía ejecutan a jóvenes», dijo William F. Schulz, director ejecutivo de la división estadounidense de Amnistía Internacional.