La?fuerza multinacional responde a la emboscada que causó nueve bajas
Cascos azules de la ONU abaten a 60 milicianos rebeldes en el Congo
«Esta operación envía una señal a estas milicias de que actuamos con seriedad»
?oldados paquistaníes de las fuerzas de pacificación de Naciones Unidas mataron ayer a 60 guerrilleros en el noreste de la República Democrática del Congo, una semana después de que nueve cascos azules de Bangladesh fueran asesinados en el mismo lugar. «El número de milicianos muertos es ahora de 60, pero pueden ser más porque fueron atacados también con helicópteros», aseguraron fuentes del organismo internacional. El enfrentamiento se produjo a 30 kilómetros de la ciudad de Bunia, la capital de la región de Ituri. «Esta operación envía una fuerte señal a estas milicias de que actuamos con seriedad», señalaron las fuentes de la ONU. «Nos dispararon mientras llevábamos a cabo una operación, por lo que respondimos de forma inmediata», indicaron. Una fuente militar de la ONU confirmó la cifra de muertos, que pertenecen al Frente Nacionalista e Integracionista, cuyo líder, Floribert Ndjabu, fue detenido en relación con la muerte de los nueve bangladeshíes, pero no ha sido acusado todavía, según un portavoz del Gobierno. El FNI es una milicia dominada por la etnia Lendu, que lleva desde 1999 enfrentada a las facciones Hema en un conflicto que ya ha costado la vida de 50.000 personas en el noreste de Congo. «Ésta fue una gran operación, pero habra más», advirtió la fuente militar de la ONU. Los combates entablados sólo en lo que va de año han forzado la huida de 70.000 personas de sus casas. Además, han sido denunciados actos de canibalismo, violaciones en masa y mutilaciones de civiles, cometidos, principalmente, según un reciente informe de la ONU, por los jóvenes guerreros lendu, que por tradición usan pelucas y se visten con trajes de mujeres en rituales que, según creen, les hacen «invulnerables a las balas». Matanza tras matanza El estudio de la ONU confirma que desde diciembre pasado los lendu han masacrado y mutilado en el área a decenas de civiles después de saquear sus viviendas, acciones que han forzado a huir a las montañas vecinas a unas 70.000 personas. Además, la integración en el nuevo Ejército nacional de los ex combatientes no ha podido frenar la inestabilidad en el norte y el este de la RDC, donde junto del conflicto de los hemas y lendus, se registran las acciones de los rebeldes ruandeses, máximos responsables en su país del genocidio de 1994. Estos grupos armados, integrados por milicias hutus y miembros del antiguo Gobierno ruandés, huyeron a la RDC tras las masacres en las que murieron cerca de 800.000 tutsis y hutus moderados. En la guerra civil de la RDC, en la que participaron seis ejércitos de países africanos además de numerosos grupos rebeldes, murieron más de 3,5 millones de personas y millones fueron desplazadas. Una de las tareas principales de las fuerzas de la ONU ha sido la asistencia a los desplazados con el suministro de alimentos, mantas y otros enseres, operaciones humanitarias que han sido suspendidas desde la muerte de los nueve soldados pakistaníes. A pesar de que en el 2003, un año después de finalizada la guerra en la RDC, se constituyó un Gobierno de transición en el que fueron integrados los más importantes líderes de los grupos congoleños armados, la región de Ituri sigue sin un control efectivo. La ONU ha instalado a casi un tercio de sus 16.000 soldados en Ituri. La muerte de los soldados bangladeshíes ha sido hasta el momento la mayor pérdida de la misión de paz de las Naciones Unidas en el antiguo Congo desde su comienzo en 1999.