Siria repliega sus tropas a la frontera pero aplaza la retirada

El presidente sirio, Bashar al Asad y el libanés, Emile Lahud, reunidos ayer en Damasco, decidieron un simple repliegue de las tropas sirias hasta el valle libanés de la Bekaa antes del 31 marzo, mientras Francia y Alemania se sumaron a la exigencia estadounidense de una retirada total. Al mismo tiempo, entre 150.000 y 250.000 se manifestaron en Beirut para reclamar la verdad sobre el asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri. Poco después, varios testigos dijeron haber visto un convoy militar sirio dirigiéndose hacia las montañas cercanas a la Bekaa, así como soldados desmantelando posiciones en torno a Beirut. Pero no se adelantó ninguna fecha de la retirada completa de las fuerzas sirias y ambas partes se limitaron a alcanzar, como máximo un mes después del repliegue, un acuerdo sobre la duración del mantenimiento de las tropas sirias en Líbano y sobre el número de soldados presentes en el país de los cedros. Siria se reserva así cierto margen de maniobra, cuando las Naciones Unidas, Estados Unidos, la Unión Europea y la oposición siria exigen la retirada de todas sus tropas de Líbano lo antes posible. La Casa Blanca reaccionó afirmando que esperaba «actos y no palabras» de Siria. Asad y Lahud se comprometieron por primera vez a «res-petar todas las resoluciones de la legalidad internacional, incluida la resolución 1559» del Consejo de Seguridad de la ONU, que estipula la retirada siria del Líbano. Unos 14.000 soldados sirios siguen en Líbano. El repliegue anunciado atañe a más de 4.000 soldados apostados al oeste del macizo del Monte Líbano, el resto ya están en la Bekaa. Firmeza de Bush Por su parte, Estados Unidos afirmó que no piensa rebajar la presión sobre Siria. Asad respondió declarando al semanario estadounidense Time que él no es un «Sadam Huseín» y que quiere cooperar, pero para los analistas no estaba claro si piensa cumplir todas las exigencias de la resolución 1559. También Alemania y Francia pidieron el lunes a Siria que retire sin demora «íntegramente sus tropas y servicios de Líbano», durante un encuentro entre el canciller alemán Gerhard Schröeder y el presidente francés Jacques Chirac en Alemania. Algunos analistas occidentales destacan que, si bien se podrá verificar la retirada militar siria, será muy difícil comprobar la de los servicios secretos. En cualquier caso, la retirada militar siria de Líbano no impedirá que Damasco conserve una gran influencia.