El ministro de Planificación iraquí sale ileso de un atentado en Bagdad
Berlusconi insiste en que pedirá a Bush «la máxima colaboración»
La periodista italiana anunció ayer que se personará como acusación particular contra los soldados
Italia debe exigir «la máxima colaboración» por parte de Estados Unidos en la investigación sobre la muerte en Irak del agente Nicola Calipari por disparos norteamericanos, declaró ayer el jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi. «Tenemos el deber de exigir la máxima colaboración para obtener la verdad y determinar las responsabilidades», declaró Berlusconi en una intervención ante el Senado. El agente de los servicios especiales italianos Nicola Calipari murió el viernes pasado alcanzado por «fuego amigo» estadounidense cuando había ido a buscar a la periodista Giuliana Sgrena, que acababa de ser liberada después de un mes de secuestro en Irak. Precisamente ayer, Sgrena anunció que se constituirá en parte civil en el proceso legal contra la patrulla estadounidense autora del tiroteo en el que resultó herida, según informó el director del diario Il Manifesto , Gabriele Polo. Por su parte, el presidente de EE.UU., George W. Bush, le ha expresado al jefe del Estado italiano, Carlo Azeglio Ciampi, que la investigación para aclarar la muerte del agente Nicola Calipari será «conjunta, rápida y exhaustiva». Al menos diez personas murieron ayer en Irak en varios ataques perpetrados por la resistencia, entre ellos uno en Bagdad contra el ministro de Planificación, Mahdi al Hafid, quien salió ileso. Sin embargo, dos guardaespaldas perecieron. También en Bagdad, el estallido de un camión bomba dejó al menos tres muertos, incluido el suicida, según fuentes policia-les, que dieron cuenta de la ex-plosión de otros dos vehículos cargados con explosivos. Asimismo en la capital, hombres armados mataron al director del hospital Al Furat, Adel Abdelkarim, y una persona murió al ser tiroteado un auto-bús que trasladaba a empelados de una compañía kuwaití. Un oficial de policía y una interprete iraquí murieron tiroteados en Salahedin (norte).