Kurdos y chiíes rompen el acuerdo para gobernar Irak
Las negociaciones entre los principales partidos iraquíes para formar un nuevo Gobierno se han roto, acabando con las esperanzas de que se instituya antes de que el Parlamento, elegido a pesar de la violencia incesante, se reúna por primera vez esta semana. El atasco es, según los kurdos, por el papel que debe darse a los suníes, y según los chiíes, debido a la cuestión de la ciudad de Kirkuk y la autonomía kurda. Responsables de la Alianza Iraquí Unida (AIU, que aglutina a la mayoría de los grupos chiíes confesionales), ganadora de las elecciones, y del bloque kurdo, que quedó segundo, anunciaron ayer que no habían conseguido llegar a un acuerdo sobre dos asuntos espinosos: la distribución de los puestos del Gabinete y la autonomía kurda. Sesión del Parlamento El Parlamento debe reunirse el miércoles, más de seis semanas después de unas elecciones his-tóricas que dieron a muchos iraquíes la esperanza de que el nuevo Gobierno tomaría medi-das contra los ataques suicidas y las ejecuciones perpetradas por los insurgentes. Muchos iraquíes culpan a los políticos, por quienes dicen que arriesgaron sus vidas para votar el 30 de enero, por prolongar un vacío de poder mientras se sucede la violencia. La ciudad de Kirkuk es el centro de la industria petrolera del país y es crucial para la es-tabilidad del norte de Irak. Está rodeada por los campos petro-líferos más ricos de la región y está conectada con oleoductos a puertos del mar Mediterráneo. Es la cuarta ciudad más grande de Irak y cuenta con una población de alrededor de 700.000 personas. Mientras, en Irak se suceden las protestas. Ayer, una manifestación de agricultores que exigían sus salarios colpasó Bagdad.