El regreso de España al «corazón» de Europa

Ni Blair ni Berlusconi. El presidente francés buscó ayer el apoyo de sus dos vecinos y aliados en el no a la invasión de Irak para tender puentes con el presidente de Rusia. José Luis Rodríguez Zapatero se sumó por primera vez a uno de estos encuentros que mantienen con regularidad Chirac, Schröder y Putin, coincidiendo «por casualidad» con la víspera del segundo aniversario de la intervención militar contra Sadam Huseín. El presidente del Gobierno español dio dos veces las gracias a Chirac por haberle invitado. Reiterando su satisfacción, Zapatero proclamó ante la prensa que este encuentro «representa un paso más en el compromiso europeo de España, que está en primera línea». Fue el último en intervenir y el encargado de anunciar una reunión de los ministros de energía de los cuatro países dentro de dos meses en Moscú para buscar salidas a la crisis energética. Pero ni en el palacio del Elíseo pudo evitar el jefe del Ejecutivo español la polémica nacional sobre la estatua de Franco. «Es impensable que en un país europeo subsistan recuerdos de un dictador. Existe incluso una ley que lo prohíbe». Decía el diario Le Monde que la foto de esta minicumbre en el palacio del Elíseo estaba destinada a borrar otra foto, la famosa de las Azores, donde «se veía a George W. Bush con una mano protectora sobre el hombro de su aliado», el entonces presidente José María Aznar. El británico Tony Blair posaba con ellos poco antes de la invasión. Elogios de la prensa Irak no figuraba en cambio esta vez en la agenda del encuentro propiciado por el presidente francés, que se siente mucho más cómodo con el nuevo primer ministro español que con su predecesor. Para el prestigioso diario parisino, este encuentro da la razón al propio Rodríguez Zapatero que declaraba en estas mismas páginas «sin falsas modestias» que su Gobierno «ha conseguido en apenas un año haber devuelto a España al corazón de Europa» y «ser agentes activos a favor de la paz». El periódico asegura que el suyo (de Zapatero) es «un Gobierno de talante». Con no menos elegios pero con más ironía, Le Point se sorprendía: «¡Y le llamaban Bambi!». Pero el cervatillo «hizo músculos y ahora se sienta a la mesa de los grandes», dice el periódico francés. Si hacemos caso al periódico ruso Kommerssant , el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, habría intentado sin éxito sumarse a esta cita parisina. Los funcionarios de la delegación rusa consideraban «lógica» la in-vitación a José Luis Rodríguez Zapatero, porque desde que él está al frente del Gobierno «Madrid lleva a cabo una política mucho más independiente» de la de Estados Unidos.