Castro saca 200 personas a la calle e intenta reventar la manifestación de las mujeres de disidentes cubanos

La tercera jornada de reclamaciones públicas de libertad de los opositores presos fue marcada ayer por el acto contra las esposas de los disidentes organizado por la oficial Federación de Mujeres Cubanas (FMC). La Federación, una organización de masas presidida por la esposa de Raúl Castro, movilizó a más de doscientas mujeres para boicotear una marcha pacífica de una treintena de esposas de disidentes presos. Las esposas, conocidas como Damas de Blanco , tenían previsto concluir con una marcha pacífica tres jornadas de ayunos y rezos organizadas para reclamar la libertad de sus maridos, en el segundo aniversario de las detenciones que terminaron con condenas de hasta 28 años para 75 disidentes. Las mujeres marchaban en silencio cuando la manifestación de la FMC le salió al paso. Cientos de mujeres avanzaron a su encuentro agitando banderas cubanas, exhibiendo fotografías del Ché, lanzando proclamas revolucionarias y gritos contra la gusanera (contra-revolucionarios). El incidente fue seguido con atención por más de medio centenar de agentes de paisano y en coches de policía camuflados desde los que tomaron imágenes de las mujeres y de la prensa extranjera. «Nos estaban esperando, tienen el apoyo del Gobierno. Es una provocación que no hará que cambiemos nuestra estrategia», dijo Laura Pollán, esposa de Héctor Maseda, condenado a 20 años de prisión. «Es una falta de respeto. Han venido a agredirnos en vez de liberar a nuestros maridos en el segundo año de prisión», denunció Miriam Leiva. Para Berta Soler, esposa de Angel Moya -también condenado a 20 años-, este acto es una vulgaridad y demuestra que «el Gobierno se siente impotente».