Los manifestantes toman la sede del Gobierno kirguí y Akáyev huye del país

La rebelión popular en Kirguizistán liderada por la oposición, que denunciaba fraude en las recientes elecciones parlamentarias y exigía la dimisión del presidente, tomó ayer la sede gubernamental en Biskek y proclamó el fin del «régimen corrupto» y del «clan familiar» del presidente, Askar Akáyev, que huyó del país. El antiguo Parlamento kirguí -el salido de las legislativas del 13 de marzo fue declarado ilegal por el Tribunal Supremo-, reunido en sesión extraordinaria, nombró a su hasta ahora presidente, Ishengbay Kadirbékov, jefe de Estado interino y designó un Gobierno en funciones integrado por los líderes de la oposición. La Cámara decidió que el gabinete de ministros será sustituido por el Consejo Coordinador de Unidad Popular (CCUP), el hasta ahora gobierno paralelo de la oposición. «Akáyev ha quedado, de hecho, apartado del poder», declaró Edil Baisálov, presidente de la coalición Por la Democracia y la Sociedad Civil, una de las principales fuerzas de la Revolución de los Tulipanes, como se conoce a esta sublevación popular. El presidente kirguí, en el po-der desde 1990 y considerado un dirigente liberal en comparación con los autócratas que rigen los destinos de otros países de la zona, como Uzbekistán y Turkmenistán, había prohibido el uso de las armas contra los manifestantes. Pero la revolución pacífica que pretendía la oposición se vio empañada por duros enfrentamientos, cuando grupos pro gubernamentales vestidos de paisano atacaron a los descontentos congregados pacíficamente en la plaza central de Biskek. Baisálov aseguró que la oposición no se proponía tomar la sede del Gobierno, pero la multitud fue «provocada por los escuadrones de criminales contratados por las autoridades para dispersar a los manifestantes», con un saldo de una treintena de heridos. Akáyev huyó de Biskek y, tras primeras versiones de que se había refugiado en una base militar, rusa o estadounidense, y anuncios de su supuesto vuelo a Rusia, según los últimos datos se desplazó a la vecina Kazajistán, adonde también viajó su familia. Ofertas de mediación Tras una reunión del Consejo Coordinador de Unidad Popular, su presidente, el ex primer ministro Kurmanbek Bakíyev anunció la dimisión del jefe del Gobierno, Nikolái Tanáyev, y de los demás ministros, menos los de Defensa, Seguridad e Interior, que estarán bajo supervisión del CCUP. Ante la repercusión en toda Asia central, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (Osce), así como los gobiernos de Ucrania y Georgia se han ofrecido para mediar y lograr una salida ne-gociada al conflicto. Mientras esta solución no llega al país, el nuevo Gobierno ordenó cerrar el espacio aéreo para aviones militares por temor a una intervención en el marco del Tratado de Seguridad Colectiva en el que el Kirguizistán de Akáyev participaba junto a Rusia y otros seis estados ex soviéticos. «Frase 2 3 4 líneas» NOMBRE Cargo «Akáyev ya ha quedado , de hecho, apartado del poder» EDIL BAISÁLUOV Líder de la oposición El ministerio de Defensa confirmó ayer a este periódico la presencia de un contingente militar (que estaría formado por cerca de 70 soldados, según fuentes del Ejército) en las inmediaciones de la capital de Kirguizistán. La proximidad de este país a Afganistán, donde España colabora en misiones para el mantenimiento de la paz, ha hecho de la base aérea de Manás, en Biskek, un enclave estratégico desde el que desplazar soldados y armamento. Así, fue una una zona de gran importancia durante la operación Libertad Duradera, impulsada por Estados Uni-dos (que también tiene tropas desplegadas en Kirguizistán). Hasta allí viajaron los desta-camentos Géminis y Mizar (ambos desde la base de Zaragoza) para establecer un puente aéreo con Afganistán. Por ese motivo, en territorio kirguí hay emplazados varios aviones Hércules. Vigilancia de EE.UU. El Gobierno de EE.UU. confirmó ayer que sigue muy de cerca la crisis política desatada en Kirguizistán y que espera que se solucione de forma pacífica. «El futuro de Kirguizistán debe decidirlo el pueblo de Kirguizistán de acuerdo con los principios de un cambio pacífico, del diálogo y del Estado de Derecho», afirmó en rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Adam Ereli. El portavoz dijo no tener confirmación de que el presidente de esta república ex soviética de Asia Central, Askar Akáyev, haya huido en avión tras haber sido derrocado a raíz de una rebelión popular encabezada por la oposición. «Somos conscientes de los acontecimientos en Kirguizistán y por ello constantemente reiteramos un llamamiento a la no violencia, al diálogo y al compromiso», añadió. Los gobiernos de EE.UU. y Londres han emitido un mensaje de advertencia en el que urge a los estadounidenses a que consideren los riesgos de viajar a Kirguizistán.