Secretario general del Frente Polisario
«Moriremos de pie, pero la mano del rey alauí no la besaremos»
El dirigente saharaui asegura que mantiene buenas relaciones con Zapatero pero admite que constató «una regresión en la nueva posición oficial española»
MohamedAbdelaziz habla con estudiada retórica y no re-gatea tiempo, hasta el punto de que, con evidente exageración, algunos hablan del «Fidel Cas-tro saharaui». Es secretario general del Frente Polisario y recibió a este periódico en sus dependencias oficiales, cerca de la localidad argelina de Tinduf, con una afirmación radical: «Moriremos de pie, pero no besaremos la mano del rey de Marruecos». -¿Qué es lo que no le gusta del nuevo Gobierno español? -Desde el año pasado hemos tenido varios contactos con el Gobierno español, y yo mismo dialogué con el presidente Za-patero el 26 de septiembre. Ha venido un secretario de Estado en dos ocasiones y celebramos una reunión con su ministro de Asuntos Exteriores en Nueva York. Como ve, mantenemos relaciones fluidas. -¿Y coincidentes? -Hemos constatado una re-gresión en la nueva posición oficial española [se refiere a las gestiones del Gobierno Zapatero, tildadas de proma-rroquíes]. Nosotros apoyamos el plan Baker, que es una solu-ción intermedia entre nuestra posición y la marroquí. Y hoy, no apoyar el plan Baker es no apoyar la autodeterminación. -Ya que la cita, esa reunión de Nueva York fue muy tensa. -Creo que eso tuvo lugar hace más de cuatro meses. Las cosas han cambiado. -¿Estaban ustedes más cómodos con el PP en el poder? -En todo caso, la postura del PP era de defensa del derecho de autodeterminación. -¿El Frente Polisario no se ha quedado sin propuestas? -Eso no lo comparto, no estoy de acuerdo. Marruecos invadió el Sáhara y hubo 16 años de guerra, cuando ellos decían que era un problema de corta duración. Reconocieron que ese problema no tiene solución militar, así que tendrá que ser política. -Llevan de brazos cruzados desde el alto el fuego del 91. -Ahora Marruecos pretende ganar tiempo, pero el conten-cioso sigue ahí, está sobre la mesa de la ONU, y el Consejo de Seguridad señala con el dedo a Rabat. -El cual, por cierto, parece que puede aguantar otras tres décadas. -¿Sabe el peso que supone mantener en el territorio ocupado a 150.000 soldados? Eso es muy oneroso. Más los gastos diplomáticos, la propaganda... -Pero no creo que en esta situación se sientan ustedes felices. -Resulta poco confortable, cierto, pero Marruecos no se encuentra en una situación boyante y tiene mayor necesidad que nosotros de arreglar esto. -Hay quien les ve a ustedes como refugiados por generaciones. -Ha habido otros pueblos como Timor Este, Eritrea, Namibia, por fin el sur de Sudán... que sí arreglaron su situación. Esa opinión de que vamos a continuar aquí es desacertada, aunque la respetamos. -¿No cree que el plan Baker conduce a su integración en Marruecos? -No vamos a ser anexionados ni integrados. De hecho, si fuera así el rey Mohamed VI de Marruecos hubiera acept-do ese plan. Nosotros sí que hemos aceptado el desafí, y demostramos que en el país vecino reina una dictadura que no tolera ninguna vot-ción libre. -¿Aceptarán algún retoque al plan Baker? -No tenemos nada más que ofrecer, el plan Baker es el límite. Hemos transigido con permanecer durante cinco años viendo la bandera marroquí y con las fuerzas de ocupación marroquíes en nuestro territorio. Hemos aceptado que muchos marroquíes voten al cabo de ese tiempo en un referéndum de autodeterminación... Creo que es lo máximo. -¿Por qué piensa que Rabat no lo aprueba ahora si van a votar sus súbditos, que son más que ustedes? -Simplemente porque no se fía ni de sus ciudadanos, que están descontentos con su Gobierno. Se trata de la naturaleza dictatorial de su régimen. -¿Y ustedes presumen de un régimen transparente? -Hoy, ahora mismo, tenemos aquí más de 60 periodistas de varios países viviendo con los refugiados y comiendo lo que comen ellos. No están custo-diados, no están encerrados, ni siquiera tenemos nada con lo que pudiéramos corromperlos. Todo está ante sus ojos, no hay donde ocultar nada. -ECHO les acaba de cortar parte de la ayuda internacional. ¿Eso apunta a que hay corrupción? -Una obsesión de las autoridades marroquíes es buscar la manera de aniquilarnos o hacer que nuestra supervivencia sea más dramática aún, además de haber pasado la guerra, además de los secuestros de saharauis en las zonas ocupadas, además del mantenimiento del muro de-fensivo que divide el Sáhara. -Nada de lo que me dice es nuevo. -Otro argumento suyo es que las decenas de miles de saharauis que se hallan en estos campamentos están secuestrados, privados de libertad de movimientos. Hable con quien quiere y compruebe si es así. -Respecto a la ayuda ali-mentaria... -Ese es otro estandarte marroquí: dicen que la ayuda alimentaria es robada y vendida, y que con el beneficio el Frente Polisario compra armas nuevas. Lamento tener que reconocer que siempre hay gente que cree este tipo de cosas. -O sea, que no es cierto. -Es una campaña de mentiras.