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En las dos islas más afectadas por el nuevo seísmo el 70% de los edificios resultaron destruidos

Los supervivientes del terremoto de Asia buscan miles de cadáveres

Los sismólogos alertan de la posibilidad de nuevos terremotos en la misma zona

Una madre con sus dos hijos, en un hospital de campaña en Nias

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agencias | yakarta
León

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Los equipos de rescate recuperaron a lo largo del día de ayer unos 350 cadáveres de entre los escombros a que quedaron reducidas las casas de la isla indonesia de Nias y al menos otro centenar en la de Simeulueal tras el terremoto de 8,7 en la escala de Richter registrado el lunes, según informó el Gobierno indonesio. Por el momento se ha despejado la amenaza de que se produzca un tsunami, la principal preocupación de los países del océano Indico en las horas posteriores al seísmo, aunque el temor ahora es que el número de víctimas crezca de modo exponencial. Así, el portavoz de la Agencia Nacional para la Coordinación de la Ayuda tras los Desastres de Indonesia, Budi Atmaji Adiputro, indicó que con toda probabilidad el balance de víctimas mortales aumentará a varios miles, ya que se cree que hay más cuerpos bajo los escombros. Previamente, el vicepresidente indonesio, Jusuf Kalla, había afirmado que el balance de fallecidos podría llegar hasta los 2.000 sólo en Nias, en base a las estimaciones de los daños a edificios. En torno al 70% de las casas y edificios de la ciudad de Gunungsitoli, la más importante de Nias, se derrumbaron a raíz del movimiento sísmico, indicó el sargento Zulkifli Sirait, de la comisaría de la isla. «Es posible que cientos de personas hayan quedado atrapadas y estén muertas en los escombros de los edificios derrumbados», agregó. Los primeros equipos de rescate llegados a la zona trabajaron durante todo el día a fondo para ayudar a supervivientes y recuperar cuerpos de entre los escombros. «Estamos ocupados ahora intentando sacar personas o cuerpos de niños de los edificios derruidos», informó un político de la isla afectada, de nombre Nainggolan. «También es muy duro porque no hay electricidad», aseguró. Las heridas, el trauma y los problemas psicosociales causados por el seísmo son las principales preocupaciones de las organizaciones que han acudido ya a la zona, donde en algunos casos se hace patente la escasez de personal y medios para atender a las víctimas. La Armada de Indonesia envió tres buques de guerra a Nias cargados de medicinas y otros auxilios de urgencia y al mismo lugar llegó también un equipo de Oxfam Internacional para evaluar los daños. Los aero-puertos de los aeropuertos de las dos islas quedaron muy dañados y el tráfico aéreo todavía no se ha restablecido, lo que dificulta el acceso. Paraíso del surf La isla de Nias, paraíso de arena fina para los practicantes del deporte del surf, se encuentra a unos 125 km. al oeste de Sumatra y fue uno de los territorios que resultaron afectados por el tsunami del 26 de diciembre, aunque sin lamentar víctimas. Mientras tanto, un nuevo seísmo de magnitud 5,7 sacudió la misma zona por la mañana y reavivó el pánico entre la población. Ayer, los sismólogos insistieron en la posibilidad de que haya nuevos temblores de gran magnitud. «Teóricamente esta región tiene ciclos sísmicos comprendidos entre 150 y 200 años y la sacudida del 26 de diciembre ha desequilibrado muchísimo toda la zona, lo que posibilita la aparición de sismos en cascada», explicó Mustafá Meghraui, del Instituto de Física del Estrasburgo. El origen de todos estos sismos y de los venideros es la gran falla de Sumatra, la subducción de la placa indoaustraliana por debajo de la placa eurasiana.

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