Veinte años de prisión para el ex jefe de seguridad de Yukos

El Tribunal de Moscú condenó ayer a 20 años de prisión a Alexéi Pichuguin, ex jefe de seguridad de la petrolera Yukos, que a su vez denunció los «móviles políticos» de los procesos contra sus directivos y de su propia persecución por el Fisco. «Fue un juicio políticamente motivado. Si el juez fuera imparcial, cerraría el caso en el primer día», dijo el portavoz de Yukos, Alexandr Shadrin, sobre el proceso, en el que el fiscal pedía cadena perpetua. Pichuguin, cuyo caso ha suscitado «preocupación» en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, fue hallado culpable de ser autor intelectual de un oscuro doble homicidio y de un intento de asesinato, aunque se declaró inocente. Su abogado, Gueorgui Kaganer, denunció que «la acusación no presentó ni un sola prueba que implique a Pichuguin en los crímenes de los que era acusado» y anunció que apelará la sentencia en la Corte Suprema de Rusia y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. «Esta condena responde a un encargo político», dijo Pichuguin sobre el veredicto, que se basó en la sentencia emitida por un jurado popular, el segundo formado por la Fiscalía después de que disolviera al grupo anterior, menos convencido que el actual. Desde su arresto en verano del 2003, Pichuguin permaneció en la cárcel de máxima seguridad del Servicio Federal de Seguridad (FSB, ex KGB), donde denunció ser torturado para arrancarle testimonios contra directivos de Yukos, y su proceso transcurrió a puerta cerrada.