Las Naciones Unidas aseguran que el país soporta una pérdida de seguridad sin precedentes
La situación de Irak es peor que la anterior a la invasión, según la ONU
Denuncia que los invasores no han cumplido con el Convenio de Ginebra de protección Jatami espera ava
La población de Irak ha salido de un «régimen despótico que violaba sus derechos y libertades básicas» para «caer bajo una ocupación extranjera que ha aumentado el sufrimiento humano», señala un informe divulgado por la ONU. El Informe sobre el desarrollo humano en los países árabes , que examina la situación de las libertades en más de una veintena de naciones, considera que el resultado de la invasión militar encabezada por Estados Unidos ha sido, hasta ahora, poco benéfico para la población iraquí. Elaborado por expertos árabes seleccionados por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el documento constata que «las potencias ocupantes han sido incapaces de cumplir sus obligaciones con los Convenios de Ginebra de proteger a los ciudadanos». Más inseguridad Los autores del informe consideran que «Irak ha registrado una pérdida de la seguridad interna sin precedentes, con asesinatos y actos de terrorismo en la mayor parte del territorio, incluidos ataques contra civiles iraquíes y extranjeros, y organizaciones internacionales y humanitarias». Apuntan que un «estudio científico» calculó que unas 100.000 personas han perdido la vida en Irak como consecuencia de la invasión y de la posterior violencia desatada en ese país. Para los expertos del PNUD, son las mujeres las que más han sufrido las consecuencias del conflicto ya que «corrieron y todavía corren el riesgo de ser secuestradas y violadas», no sólo por parte de «pandillas» sino también de algunos soldados que perpetraron abusos sexuales aprovechándose de su detención. También destacan que «miles de iraquíes fueron puestos en prisión y torturados» y que esos detenidos, en su mayoría eran civiles, «fueron sometidos a tratos inhumanos e inmorales» en la prisión de Abu Graib y en otros centros. Dijeron que eso constituye una «violación» de los Convenios de Ginebra que regulan el derecho internacional humanitario en casos de conflicto. El informe del PNUD constata que las potencias ocupantes en Irak tampoco cumplieron con sus obligaciones de procurar a la población civil las necesidades básicas. «Las fuerzas de ocupación lucharon por restaurar las facilidades básicas pero fueron incapaces de proporcionar los servicios de electricidad, agua y teléfono existentes antes de la guerra», apunta el documento. Agrega que según un informe estadounidense, a finales de octubre pasado las potencias ocupantes de Irak sólo habían invertido 1.300 millones de dólares en la reconstrucción de los 18.400 millones que el Congreso de EEUU destinó para esa tarea, lo que representó «menos del 7%» del total.