Berlusconi acudirá la próxima semana al Parlamento para dar su versión sobre la crisis política
El caso del agente muerto en Irak tensa las relaciones Italia-EE. UU.
En su informe, el Pentágono absuelve a sus soldados del «accidente» de Calipari y Sgrena
Las relaciones entre EE.UU. e Italia no pasan por buen momento tras conocerse las discrepancias en la investigación sobre la muerte del agente italiano Nicola Calipari el 4 de marzo en Bagdad, durante la operación para liberar a la periodista Giuliana Sgrena. El Ejército de Estados Unidos publicó ayer un informe en que determina que sus soldados acataron las normas al disparar contra el coche en el que viajaban Calipari y Sgrena y que el suceso fue un «trágico accidente», por lo que no adoptará medidas disciplinarias contra sus hombres. Los dos gobiernos han reconocido en un comunicado, poco informativo pero muy diplomático, la existencia de discrepancias en la investigación conjunta, aunque insiste en la sólida amistad entre ambos países. El caso ha sido aprovechado por la oposición de centroizquierda para cuestionar otra vez la presencia militar en Irak, pidiendo la comparecencia en el Parlamento de Silvio Berlusconi para que explique su versión sobre la muerte de Calipari. El jefe de Gobierno ha anunciado que la próxima semana acudirá al Legislativo y, aunque ha reconocido que aún no ha hablado del tema con George W. Bush, dijo que lo hará en breve. También negó categóricamente que se pagara rescate para liberar a Sgrena, como se insinuó en su momento en Italia y ahora ha repetido la cadena CBS -apuntado que ese dinero financia a los insurgentes-. Grabación por satélite Aunque las conclusiones del informe de la comisión mixta aún no son oficiales, las filtraciones están causando un gran estupor en Italia. Según la CBS, existen unas grabaciones por satélite que demuestran que el coche de Calipari iba a más de 90 kilómetros por hora. Fuentes diplomáticas italianas han afirmado que si existen esas cintas «se habrían negado pruebas fundamentales a la comisión». Según la prensa italiana, los estadounidenses informaron que no había ningún satélite controlando la carretera del incidente. Sgrena y el conductor del vehículo siempre han mantenido la versión de que el coche viajaba a 40 kilómetros y que la patrulla disparó sin previo aviso. La reportera, que fue herida por el fuego americano, se mostró indignada por el informe y denunció que «la culpa de lo que sucedió se le achaque a Calipari». El ministro de Exteriores, Gianfranco Fini, justificó la negativa de los delegados italianos en la comisión a firmar el informe final, afirmando que «no se puede pedir al Gobierno que suscriba una reconstrucción de los hechos que no se corresponde con lo ocurrido».