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| Crónica | España y la segunda Gran Guerra |

Zapatero-Bush: una?inclinación?de?cabeza

Zapatero celebra en Moscú con los «niños de la guerra» el 60 aniversario del fin de la II Guerra Mundial. El colectivo ya tiene tarjetas sanitarias y un aumentó de sus pensiones

Los Putin y los Bush caminan en primera fila. Tras ellos, Zapatero con su esposa

Publicado por
Paula de las Heras - moscú
León

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José Luis Rodríguez Zapatero tuvo ayer un participación discreta en los fastos organizados por el Kremlin con motivo del 60 aniversario del fin de la Se-gunda Guerra Mundial en Euro-pa. España -declarada neutral por Franco- pintó poco en la contienda. Y este 9 de mayo era el día de los vencedores. El presidente del Gobierno, compartió la segunda fila de la tribuna de autoridades, situada en la plaza Roja, con los presidentes de Kazajistán, Azerbaiyán y Ucrania. Cruzó unas palabras de bienvenida con Vladimir Putin y un saludo en la distancia con una breve inclinación de cabeza a George W. Bush, sin mediar palabra. Pero quienes de verdad le recibieron con los brazos abiertos fueron los «niños de la guerra», en un encuentro celebrado en la Embajada española en Moscú. Entre aquellos casi 3.000 pequeños que abandonaron España un día para huir de la Guerra Civil hubo centenares que lucharon con el Ejército Rojo contra la Alemania nazi. Alrededor de 225 murieron en combate y a ellos hay dedicado un monumento en el parque de la Victoria de Moscú inaugurado por el príncipe de Asturias en el 2003. Otros muchos, 280 según la Asociación de Niños de la Guerra, murieron mientras duró la contienda a consecuencia de los bombardeos, el hambre o las enfermedades. Tienen ya lo que les prometió Zapatero el 10 de diciembre: aumento de sus pensiones y tarjetas sanitarias para que puedan disfrutar de cuidados médicos similares a los que tendrían en España. Les prometió un ascensor para la sede del centro -una cuarta planta comunicada por una escalera cada vez más empinada para los ancianos-niños- que es lo único que queda pendiente, por razones técnicas. Zapatero y Bush, se saludaron ayer con una breve inclinación de cabeza. Sus miradas se cruzaron mientras se colocaban para la foto de familia, dibujando una sonrisa también fugaz. Fue el único «contacto» que hubo entre ellos durante toda la jornada, al menos ante las cámaras. Al término del gran desfile militar en la Plaza Roja, el medio centenar de dirigentes extranjeros asistentes a los fastos de la victoria se acercaron caminando hacia la muralla norte del Kremlin. En unas gradas, comenzaron a buscar su sitio cada uno de los invitados. Zapatero y su esposa Sonsoles Espinosa se encontraban por detrás del matrimonio Bush, a una distancia de no más de cuatro metros. Las cámaras registraron el momento en el que, de forma aparentemente casual, se encontraron las miradas de ambos. Sonriéndose, inclinaron la frente. Bush, que para hacer el gesto tuvo que mover levemente el cuerpo hacia la izquierda, volvió inmediatamente la mirada hacia adelante.

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