Barroso se enfrenta a una moción de censura liderada por euroescépticos

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, rechazó ayer los argumentos sobre los que se sostiene la moción de censura por conflicto de intereses pre-sentada por 74 diputados de la Eurocámara, encabezados por el euroescéptico Nigel Farage, del Partido por la Independencia de Reino Unido, y que será debatida el día 25. El principal reproche al ex primer ministro portugués es haber aceptado una invitación del empresario griego Spiro Latsis para pasar las vacaciones con su familia en un crucero valorado en 20.000 euros. El grupo Latsis, con importantes intereses en el sector naval, gestionó los fondos europeos para Grecia durante cinco años a través de su banco Eurobank y se benefició en el 2004 del visto bueno de la Comisión Europea, siendo Romado Prodi el presidente, a una ayuda de Estado concedida por el Gobierno griego. «Desde el principio dije al Parlamento que estaba dispuesto a acudir allí. Envié una carta al presidente Borrell dando todas las explicaciones que podía dar. Fue la conferencia de presidentes la que decidió que no debía comparecer. No tengo ningún problema en explicarlo todo», manifestó en un comunicado. «Están ligando algo de mi vida privada a una decisión de la Comisión. Una cosa no tiene nada que ver con la otra», argumentó. La moción apunta que se trata sólo de «una herramienta» para que Barroso explique cómo pudo recibir el regalo de un rico hombre de negocios que, un mes más tarde, recibió luz verde de la Comisión Europea para obtener ayudas por 10 millones de euros. No obstante, los eurodiputados aseguran que retirarán la moción si Barroso da una explicación «razonable». Farage, que milita para que su país abandone la UE, ya intentó tumbar hace cinco meses al comisario de Transportes, el francés Jacques Barrot, al acusarlo de haber ocultado una condena.