Gran Bretaña alza la voz y exige un cambio democrático en el país
El ministro británico de Exteriores, Jack Straw, hizo ayer un llamamiento para un cambio democrático en Uzbekistán, tras el ataque del Ejército contra los rebeldes armados y los manifestantes en Andizán. En declaraciones a la BBC, Straw denunció que ha habido «un claro abuso de los derechos humanos» desde que los soldados abrieron fuego el pasado viernes contra los rebeldes. «La situación es muy grave; se ha producido un claro abuso de los derechos humanos y una falta de democracia y transparencia», dijo Straw. El ministro informó de que el embajador británico en Uzbekistán iba a reunirse con las autoridades uzbekas para reiterar el llamamiento del Reino Unido para que salga a la luz «lo que está pasando en el país y dejar entrar a la Cruz Roja y a los observadores internacionales». Asimismo, el jefe de la diplomacia británica insistió en lo que Londres ya «ha solicitado durante mucho tiempo sobre la necesidad de un cambio hacia el respeto de los derechos humanos y de pasos hacia la democracia». El presidente uzbeko, Islám Karímov, ha responsabilizado a los islamistas radicales de los enfrentamientos violentos en Andizán. Sin embargo, los críticos al régimen afirman que el presidente utiliza la amenaza del extremismo para aplastar a la oposición política, mientras acusan a Estados Unidos, aliado de Uzbekistán en la guerra contra el terrorismo, de «hacer la vista gorda». Straw argumentó que no ha «estudiado al detalle la posición de Estados Unidos, pero ese Gobierno ha dejado muy clara la importancia de la democracia como un valor universal».