Europa prepara su «plan B»

El futuro inmediato de la construcción europea empieza esta noche. Según sea el resultado del referéndum de la Constitución en Francia, la Unión Europea tomará el camino que tenía definido o podría verse obligada a improvisar otro distinto, el llamado plan B , cuyo contenido no dependería sólo de la opinión de los franceses, sino también de lo que digan los países que todavía no han ratificado el tratado . Estos son los escenarios que pueden darse a partir del 29-M. 1 Lo único escrito Cuando los Veinticinco pactaron la Constitución, en sus páginas finales incorporaron también una declaración anexa (la número 30) en la que se prevé que «si cuatro quintos de los Estados miembros han ratificado dicho tratado y uno o varios se han topado con dificultades para proceder a dicha ratificación, el Consejo Europeo se ocupará del asunto». Es decir, que a finales del 2006 habría una solución alternativa si el 20% de los países no ratifica. 2 Francia vota sí En caso de que se diese este escenario, que los sondeos electorales pintan hasta el último momento como improbable, entonces la adopción del tratado constitucional seguiría su curso con normalidad, a la espera de que se pronuncien otros países, como Holanda, Luxemburgo, Portugal, Polonia, Reino Unido... Al final del proceso en noviembre del 2006, sería el momento de recapitular y aplicar, si fuese necesario, la citada declaración número 30. 3 Solo Francia dice no Nunca un gran tratado europeo fue ratificado de forma unánime por todos los países a la primera de cambio. Los daneses rechazaron el de Maastricht en 1992 y los irlandeses el de Niza, en el 2001. Y en ambos casos hubo que repetir el referéndum para que saliese el si. Con estos precedentes, lo más probable es que el Gobierno francés volviese a consultar a los electores para que confirmasen su opción, con la esperanza de que a la segunda respaldasen la Constitución. 4 Rechazo más amplificado Este es el escenario del que Bruselas no quiere ni oír hablar, si bien se alude a él en varias notas de trabajo interna como muy probable. Y consistiría en que el no francés se extendería como la sarna por Europa, contagiando a Holanda el próximo miércoles -aunque según los sondeos los holandeses votarán no independientemente de lo que hagan los franceses-, rebajando las ansias europeístas de Luxemburgo o Polonia y anticipando ya el no del Reino Unido. En estas circunstancias, la primera Constitución europea quedaría herida de muerte. 5 Las dos velocidades En caso de que fracasase la tentativa constitucional, París y Berlín ya confirmaron su voluntad de formar una especie de vanguardia para avanzar más rápidamente en la integración económica y política. A este núcleo duro de países serían invitados también los demás socios fundadores de la UE (Bélgica, Holanda, Luxemburgo e Italia) y posiblemente también España. De este modo, se consolidaría el proyecto de la Europa de las dos velocidades.