La tasa de participación supone un récord histórico en la convocatoria de un referéndum
Francia dice no
Chirac reconoce el rechazo a la Constitución Europea vaticinado por todos los sondeos A
El presidente francés, Jacques Chirac, «tomó nota» ayer de la decisión «soberana» de sus compatriotas de rechazar «mayoritariamente» la Constitución europea en el referéndum celebrado en Francia. «No nos engañemos (...) esta situación crea un contexto difícil para la defensa de nuestros intereses en Europa», advirtió Chirac en una breve alocución televisada, cuando los sondeos a pie de urna indicaban que el no ha ganado por entre el 54,5 y el 55,6 por ciento de los votos. Chirac, considerado como el gran perdedor político del referéndum que él mismo decidió convocar, afirmó que «el interés y la ambición» de Francia siguen «profundamente ligadas a Europa», pese al rechazo de la Constitución por los votantes. A esa misma hora, los partidarios del no habían salido ya a las calles de París para celebrar la victoria en la Plaza de la Bastilla. Comunistas, ultraizquierdistas y ultraderechistas, soberanistas y disidentes socialistas y ecologistas han formado el heterogéneo grupo que ha defendido el rechazo al Tratado constitucional durante la campaña. Entre sus rostros más populares se encuentra la líder del Partido Comunista (PCF), Marie-George Buffet, para quien la victoria del no es un rechazo a la Europa liberal «El triunfo del no es antes que nada el de los obreros, los trabajadores, los jóvenes y los parados (...) unidos en las urnas para rechazar la camisa liberal», dijo eufórico. Para otro de los más firmes partidarios del no, Henri Emmanuelli, que encabezó junto al ex primer ministro Laurent Fabius a los «disidentes» socialistas, «no ha sido un voto de miedo, sino de esperanza». «Estoy orgulloso de Francia y de los franceses, que han reafirmado sin ambigüedad la primacía de la soberanía popular por encima de todos los aparatos político-mediáticos», añadió. Además de en la Plaza de la Bastilla, los cánticos y las escenas de júbilo se sucedían en las sedes de todas las formaciones que pedían el no a la Constitución europea. El papel de España El presidente de los socialistas europeos, Martin Schulz, declaró que «el sí de los españoles y alemanes a la Constitución de la UE es tan importante como el no de los franceses», por lo que hay que continuar con el proceso de ratificación. En su opinión, los ciudadanos franceses «han dicho no a Chirac y a Raffarin, más que a la Constitución europea», pero «hay que aceptar lo que el pueblo ha expresado» con su voto. «Es un resultado lamentable», opinó Schulz, ya que se ha rechazado «la transparencia de las instituciones, su mejor funcionamiento, la creación de un ministro de Exteriores de Europa, o la mejora del papel de la UE en el mundo». «Todo esto ha sido rechazado por los franceses. Es una pena», lamentó el presidente del Grupo Socialista Europeo. Según los resultados arrojados por los sondeos a pie de urna, los franceses han rechazado la Constitución Europea. El que manejaba a primera hora de la noche de ayer el Partido Socialista Europeo daba la victoria al no por un amplio margen -el 55% de los votos-. El del grupo socialista francés ajustaba más el resultado: 50,5% para el no y 49,5% para el sí. El ministerio del Interior francés trabajaba con una orquilla del 51 al 52% desfavorable a la ratificación de la Carta Magna. Movilización histórica La movilización del pueblo francés puede calificarse de histórica. A la espera del cie-rre de los colegios electorales de París y Lyon, dos horas después que los del resto del país, la participación había batido todos las marcas. A las seis de la tarde habían pasado por las urnas un 66,24% de los casi 42 millones de electores, diez puntos más a esa misma hora que en 1992 en el referéndum de ratificación del Tratado de Maastricht. Según las estimaciones de los institu-os de opinión, la tasa de abstención final oscilaría entre el 27 y el 30%. En zonas de voto tradicionalmente conservador la participación ha sido muy superior a lo esperado, lo que hacía pronosticar una fuerte motivación entre los defensores del sí. La afluencia fue menor en cambio en zonas de voto de izquierdas. La participación en los territorios de ultramar que emitieron su voto el sábado a causa de la diferencia horaria fue de una media del 25%. Aunque la cifra parezca mínima, supone también cinco puntos más que en el anterior referéndum europeo. La jornada transcurrió con toda normalidad y el único sobresalto se lo llevaron en Córcega por la explosión de cinco pequeños artefactos que apenas provocaron daños materiales.