Diario de León

Chirac y su legado quedan en entredicho

El referéndum de la Constitución se convirtió en un plebiscito sobre el jefe del Estado. El presidente galo no descarta una tercera candidatura al Elíseo en el 2007

Chirac mira por la ventana del colegio electoral donde depositó su voto

Chirac mira por la ventana del colegio electoral donde depositó su voto

Publicado por
Javier Gómez Muñoz - parís
León

Creado:

Actualizado:

El futuro del presidente Jacques Chirac está íntimamente ligado al resultado final del referéndum de ratificación de la Constitución europea. La derrota descarta una tercera candidatura al Elíseo en el 2007 y supone cerrar con un fracaso su década como jefe del Estado, según apuntan todos los observadores de la política gala. Chirac intentó evitar que el referéndum se convirtiese en un plebiscito al asegurar, por adelantado, que no pondría su cargo a disposición en caso de un no a la Constitución europea. Sin embargo, el descontento social con su labor en El Elíseo y el enfado de los franceses con el Gobierno que él controla desde un segundo plano han convertido la votación en un jaque a su labor. El presidente no ha descartado volver a presentarse en el 2007, por quinta vez consecutiva, a las elecciones presidenciales. Personas de su entorno han hecho saber que Chirac estudia atentamente la posibilidad de concurrir de nuevo a los comicios con 75 años. La derrota le deja fuera de juego de cara al 2007, salvo seísmo del centroderecha, y abre la puerta al presidente de la UMP, Nicolas Sarkozy, que ha hecho del discurso del cambio su principal activo, incluso en la campaña del referéndum. Si Chirac diese carpetazo a la Constitución europea, que tanto beneficia a Francia con relación al actual Tratado de Niza, sería interpretado como el gran fracaso de la década que el protagonista cumplió, en mayo, como presidente del país galo. La imagen histórica de Chirac queda irreparablemente manchada, comparada con la estampa europeísta de sus predecesores François Mitterrand, que consiguió con tesón la apretada victoria del sí a Maastricht, y Valery Giscard D'Estaing, autor de la redacción de la presente Constitución europea. Cons-ciente de su situación, Chirac prometió el jueves pasado en su discurso televisado ante el país un «nuevo impulso» de su política, un la búsqueda de mayor «solidaridad» y «dinamismo». Palabras que han sido entendidas como una promesa de cambio de Gobierno y, principalmente, de primer ministro. Jean Pierre Raffarin tiene las horas contadas en el palacio de Matignon y la única duda de los medios y del resto de políticos es si dejará su cargo apenas después de la votación, o si Chirac esperará hasta septiembre para efectuar la remodelación del gabinete. Los diarios galos se inclinan por la primera opción, e incluso vaticinan que la renovación se llevará a cabo en «los dos o tres días» que seguirán a la votación. Pero todo está abierto. Incluidas las heridas.

tracking