La izquierda pide elecciones ya y los centristas dejan el poder

El conjunto de la izquierda, la del no y la del sí, recibió como «una provocación a la soberanía popular» la designación de Dominique de Villepin para encabezar ese «nuevo impulso» con el que Jaques Chirac quiere parchear la fractura social del país. Verdes, trostkistas y una parte del Partido Socialista pidieron la convocatoria de elecciones anticipadas. Coinciden en que «Chirac se aferra al poder» y «opta por una política de bunkerización». A los verdes no les ha sorprendido esta «prueba del cinismo habitual» del presidente de la República y los socialistas se preguntan si el nuevo primer ministro «sabe en realidad cómo vive la gente». «Extraño juego» Para el Partido Socialista, el cambio de Raffarin por Villepin es «un extraño juego de sillas musicales» que consagra a «un hombre del clan Chirac, incapaz de responder a las expectativas económicas y sociales de los franceses». En la derecha, la decisión del presidente, acompañada de la oferta a Nicolás Sarkozy es «la mejor de las soluciones posibles, porque nos une a todos», según el presidente de la Asamblea Nacional, Jean Louis Debré. Pero los centristas de la UDF han decido que prefieren salir del Gobierno y ahorrarse así los dos años de queme preelectoral.