Chirac y Schröder reaccionan para salvar la Constitución mientras Blair la da por finiquitada
Los líderes de la UE se enfrentan por la fórmula para salir de la crisis
La presidencia de la Unión propone acelerar el proceso de ratificación de la Carta Magna
¿Acelerar o pisar el freno?. Esta es la duda existencial que se le plantea a la Unión Europea, después de que se le cruzaran en el camino los seve-ros rechazos a la Constitución en Francia y Holanda. Aunque cada vez son más las voces que invocan la opción de darse una pausa para decidir qué hacer, el eje franco-alemán intenta evitarla a toda costa, consciente de que un paréntesis puede convertirse en el certificado de defunción del proyecto. El shock provocado en la UE por el doble no a la Constitución está provocando un enfrentamiento entre los diri-gentes comunitarios acerca de las recetas más adecuadas para salir de la crisis. Para el primer ministro británico, Tony Blair, que el próximo mes tomará el mando de la Unión, la Carta europea está prácticamente muerta, hasta el punto de que su ministro de Exteriores, Jack Straw, hace amagos de anunciar la suspensión del referéndum que Gran Bretaña preveía celebrar en la primavera del 2006. Esta posición, aunque minoritaria, encuentra cierto eco en la UE. Por ejemplo, en el Gobierno checo, que propuso la opción de la pausa y de la ampliación del proceso de ratificación. Incluso el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, habló de «repensar ciertos aspectos de la burocracia europea» para salir del atolladero. Eje franco-alemán Pero tanto el presidente francés, Jacques Chirac, como el canci-ller alemán, Gerhard Schröder, recelan enérgicamente de estas apreciaciones e insisten en continuar la marcha. Tras entrevistarse con el presidente de turno de la Unión, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, el canciller alemán reiteró ayer que «debemos decidir lo que haremos al fin del proceso (de ratificación)», es decir, en noviembre del 2006, e incluso previno que «cualquier forma excesiva en este momento es un error». La visita de Schröder a Juncker forma parte de la ronda de contactos que mantiene el último de cara a la preparación de la cumbre europea de los próximos días 16 y 17. Juncker también recibirá a Chirac en breve, y éste se verá con el canciller en vísperas del Consejo Europeo que deberá decidir que es exac-tamente lo que se hace ahora. O el freno o el acelerador. El remedio que propondrá Juncker, en calidad de presidente semestral de la Unión, parece inclinarse por la segunda opción. Optimismo «Yo creo que Europa todavía no ha derrapado (...) Haremos todo lo posible para que ella vuelva a su sitio rápidamente», declaró ayer el líder luxemburgués, que propondrá a sus socios comunitarios la posibilidad de acelerar el proceso de ratifica-ciones en los países que todavía no se han pronunciado sobre la Constitución. El objetivo es claro. Echar tierra sobre la opción abanderada por quien será su sucesor al frente de la UE, Tony Blair, y recuperar el período de bloqueo que vive la Comunidad. En definitiva, que si apuran las ratificaciones en países como Luxemburgo y Portugal existen esperanzas de que el resultado sea afirmativo y de algún modo alentador, pues contribuiría a pasar la página de los referendos celebrados esta semana en Francia y en los Países Bajos. Mientras, en una enérgica y peligrosa decisión, la presidenta de la Unión Cristiana demócrata (CDU) y candidata a canciller, Angela Merkel, exigió una profunda revisión de la política europea con respecto a la candidatura de Turquía. «Exijo que el canciller reconozca que el voto en Francia y Holanda se debe entender como una clara expresión del miedo que existe entre la gente», dijo Angela Merkel, al insinuar que Europa debe cerrar las puertas a Turquía. Merkel y su aliado bávaro, Edmund Stoiber también aprovecharon la delicada coyuntura política que vive el continente para responsabilizar a Schröder y al presidente francés, Jacques Chirac, del categórico no. «Al defender el ingreso de Turquía a la UE se olvidaron de lo que piensa y siente la gente», añadió la jefa de la CDU, mientras que Stoiber prometió, en caso de que gane las elecciones, algo más que probable, que forzará un cambio en las negociaciones. Por su parte, el Parlamento de Letonia ratificó ayer por una amplía mayoría la Constitución europeaque hasta ahora cuenta con la aprobación de 10 de los 25 miembros de la Unión Europea. Ochenta y dos diputados de los 100 que forman la cámara de este país que ingresó en la UE el 1 de enero de 2004 estuvieron presentes para esta votación sin sorpresas. El texto tenía que obtener el apoyo de dos tercio ??s de los diputados. Y lo obtuvo «No se puede decir siempre que Bruselas es el problema y luego pedir a la gente que vote a favor» DURAO BARROSO Presidente de la Comisión Europea las puertas a Turquía. Merkel y su aliado bávaro, Edmund Stoiber también aprovecharon la delicada coyuntura política que vive el continente para responsabilizar a Schröder y al presidente francés, Jacques Chirac, del categórico no. «Al defender el ingreso de Turquía a la UE se olvidaron de lo que piensa y siente la gente», añadió la jefa de la CDU, mientras que Stoiber prometió, en caso de que gane las elecciones, algo más que probable, que forzará un cambio en las negociaciones. Por su parte, el Parlamento de Letonia ratificó ayer por una amplia mayoría la Constitución europea que hasta ahora cuenta con la aprobación de 10 de los 25 miembros de la Unión Europea. Ochenta y dos diputados de los 100 que forman la cámara de este país que ingresó en la UE el 1 de enero del 2004 estuvieron presentes para esta votación que se registró sin sorpresas. El texto tenía que obtener el apoyo de dos tercios de los diputados. Y lo obtuvo.