Diario de León

| Análisis | Soluciones de emergencia |

Los planes «b» de la Unión

Si el proyecto constitucional fracasa, las instituciones funcionarían con unas reglas que no gustan al eje franco-alemán

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Domingos Sampedro - corresponsal | bruselas
León

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El revés encajado por la Constitución en Francia y en Holanda abre grandes incógnitas sobre el futuro de la UE, para el que se intentan buscar soluciones de emergencia a fin de evitar la parálisis que, en opinión de muchos, provocaría el Tratado de Niza. Estas son algunas de las opciones que hay sobre la mesa: 1 Retirada del proyecto de Constitución Es la opción evocada por el Reino Unido, pues consi-dera que con el rechazo tan rotundo que recibió en dos países, sería prácticamente imposible su aplicación. 2 Funcionar con las reglas del Tratado de Niza A falta de Constitución, se mantendría el tratado que actualmente está en vigor, aunque socios como Francia y Alemania consideran que es un acuerdo muy deficiente para funcionar en un club a Veinticinco. 3 Continuar con el proceso de ratificaciones Es la tesis que se impone a nivel oficial, quizás con la excepción de Londres. También forma parte del guión escrito cuando se negoció la Constitución: darse de plazo hasta octubre del 2006 para que los Veinticinco se pro-nuncien, y decidir después sobre el resultado. 4 Repetir los plebiscitos en los que salga el no Es, prácticamente, la única opción posible para que la Constitución europea, tal cual está redactada, pueda entrar en vigor algún día. El principal inconveniente es que el grado de rechazo ha sido muy abultado. 5 Expulsión del país que no ratifique la Constitución Alguna vez se blandió esta amenaza hacia países con po-cas simpatías hacia la Carta. El problema es que la «salida voluntaria» no está regulada, y tampoco sería la solución para socios fundadores como Francia y Holanda. 6 Renegociar la Carta Magna Esta opción es casi imposible, toda vez que ya ha sido ratificada por una decena de Estados, que representan al 50 por ciento de la población de la actual Unión Europea. 7 Coexistencia de Niza y la Constitución Funcionaría a nivel teórico, pero no en la práctica, porque la Constitución europea cambia de pies a cabeza la arquitectura institucional. Sería impensable, por tanto, que los británicos mantuvieran el veto en unas políticas, por ejemplo, mientras los demás países de la Unión renunciaron a este derecho. 8 Salvar alguna parte del tratado constitucional Sería viable, en caso de que la Constitución europea fracase. De hecho, puntos como la agencia del armamento o el nombramiento de «míster euro» ya se han anticipado sin que la Carta se ratificase.

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