Las provocaciones planificadas contra la Explanada de las Mezquitas buscan sabotear la paz
La policía israelí lanza una carga para separar a palestinos de radicales judíos
Abas avisa que estas violaciones de los pactos pueden tener «consecuencias lamentables»
La policía israelí tuvo que intervenir ayer para separar a judíos y musulmanes en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén después de los disturbios desatados por la visita de un grupo de extremistas israelíes al Monte del Templo, lugar santo reivindicado por los palestinos. La intervención policial se produjo el mismo día en el que Israel celebraba el 38º aniversario de la conquista y anexión del sector oriental árabe de la Ciudad Santa. Fuentes palestinas aseguraron que los disturbios se desataron por la visita de una docena de persona al Monte del Templo, que provocó una aireada respuesta por parte de jóvenes palestinos que les lanzaron piedras. Uno de ellos fue arrestado y dos israelíes resultaron ligeramente heridos. La agencia oficial de información palestina Wafa acusó a la policía israelí de permitir a «grupos judíos extremistas» ingresar al lugar, bajo la fachada de una visita turística común. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, denunció en Ramala (Cisjordania) «graves violaciones injustificadas (...) que corren el riesgo de tener consecuencias lamentables». En Gaza, un jefe del movimiento radical Yihad Islámica, Khaled Al Batsh, advirtió sobre la posibilidad de «un baño de sangre» en caso de agresión de extremistas judíos contra la Explanada de las Mezquitas. Situada en Jerusalén oriental, la explanada alberga el Domo de la Roca y la mezquita Al-Aqsa, tercer lugar sagrado del islam después de La Meca y Medina. Allí se encuentran también las ruinas del templo judío destruido por los romanos en el año 70 de la era cristiana, del que sólo queda el muro occidental, llamado de los Lamentos, santuario del judaísmo. Todo planificado La policía israelí advirtió recientemente sobre provocaciones planificados por extremistas judíos contra la Explanada de las Mezquitas, para sabotear los planes de retirada israelí de la franja de Gaza y cuatro colonias de Cisjordania. «Tres mil policías se encuentran en estado de alerta para intervenir contra eventuales tentativas de atentados (de grupos armados palestinos) o provocaciones de extremistas (judíos de derechas) queriendo protestar contra la retirada» israelí de la franja de Gaza, declaró el comandante de policía de Jerusalén, Ilan Franco. Ayer se conmemoraba el «Día de Jerusalén» que marca para Israel el 38 aniversario de la «reunificación de la ciudad» en la guerra israelí-árabe de junio de 1967, llamada de los «Seis Días». Las celebraciones deben concluir con una importante ceremonia oficial en la ciudad en la que participarán, con toda solemnidad, el presidente del Estado, Moshé Katsav, el primer ministro Ariel Sharón, el presidente del Parlamento, Reuven Rivlin, representantes del gobierno, de la Corte Suprema y del Ejército. El 30 de julio de 1980, una ley fundamental votada por el Parlamento israelí proclamó a Jerusalén «reunificada y capital eterna de Israel», pero esta decisión es contestada por la comunidad internacional y los palestinos quieren constituir en el sector oriental la capital de un futuro Estado independiente al que aspiran.