La esposa de Blair solivianta a la oposición con sus ingresos
El encuentro de los Blair y los Bush en la capital de Estados Unidos, el martes, está teniendo pésimas ramificaciones para la mujer del primer ministro británico. Su presencia en Washington se debía al compromiso establecido con mucha antelación para dar una charla y tanto ella como Downing Street insisten en que Tony Blair acordó la visita a Bush, por mera casualidad, en la misma fecha. La acusación en los periódicos y desde los bancos de la oposición es que Cherie Blair se ha beneficiado de su posición para ganar entre 30.000 y 45.000 euros por charlar durante hora y media, como esposa del primer ministro, en un acto patrocinado por empresas privadas. Se ha denunciado también que el embajador británico en Washington, sir David Manning, la presentase ante la audiencia, sirviendo como funcionario público a su beneficio privado. La polémica actual llega después de que, a principio de año, Cherie Booth, que es abogada de profesión, cobrase, como Cherie Blair, unos 150.000 euros por una serie de comparecencias y charlas en Australia y Nueva Zelanda. En las giras promociona también un libro sobre su vida en Downing Street, y ofrece alguna entrevista. Cherie Blair se ha quejado de que los periodistas le aplican un doble rasero. Que nunca criticaron a Dennis Thatcher y se ensañan ahora con ella.