Los movimientos opositores evidencian su división sobre si suspenden o no todas las protestas
Una frágil tregua permite a Bolivia restablecer los suministros de gas
El nuevo presidente cita en el palacio del Gobierno a los líderes de las protestas para negociar
Una frágil tregua concedida por la mayoría de las entidades sociales al nuevo presidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez, dio espacio ayer a una lenta normalización del país, agobiado por semanas de desabastecimiento, aunque las combativas juntas vecinales de El Alto exigen definiciones sobre la nacionalización del gas. Pero Eduardo Rodríguez comenzó su gestión con un golpe de suerte inesperado, ya que el pobre país altiplánico se encuentra en la lista de 18 países que se verán beneficiados por la condonación de la deuda multilateral que ayer decidió el G-8 en Londres. Rodríguez, que hasta el viernes era presidente del Tribunal Supremo, se ha convertido en la persona que debe garantizar la institucionalidad en Bolivia y convocar elecciones anticipadas en un plazo no superior a seis meses. Antes de ello, el mandatario debe conseguir que el país vuelva a la normalidad y a eso fue lo que dedicó su primera jornada en el cargo. El presidente se reunió con varios de los líderes de los grupos que durante casi un mes han bloqueado ciudades y carreteras y consiguió que el restablecimiento del suministro de víveres y combustibles fuera una realidad. La división entre los movimientos opositores había quedado patente. Mientras el líder del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, concedió una tregua a Rodríguez, la potente Federación de Juntas Veninales de El Alto (Fejuve), a través de su dirigente, Abel Mamani, había expresado en un principio que recrudecería las protestas hasta que se nacionalizaran los hidrocarburos y se convocara una asamblea constituyente. Sin embargo, Mamani también accedió a una tregua, aunque sólo de tres días. El control de El Alto, populosa ciudad situada junto a La Paz, es estratégico para garantizar el suministro a la capital. De esta manera, los primeros camiones con combustible pudieron transitar las carreteras que llevan a La Paz y abastecer a los cientos de personas que ayer hacían cola en las gasolineras para obtener bombonas.