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«Nunca perdimos la esperanza», dice la corresponsal tras saber que su traductor estaba ya en casa

Francia niega haber pagado rescate por la liberación en Irak de Aubenás

La periodista francesa llega a París tras 157 días de cautiverio a manos de la insurgencia La

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efe | parís

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La periodista francesa Florence Aubenas volvió ayer a Francia 24 horas después de su liberación en Irak donde permaneció secuestrada durante 157 días. El avión gubernamental que llevaba a Aubenas desde Chipre, donde fue a recibirla el ministro francés de Exteriores, Philippe Douste-Blazy, se posó en la base militar de Villacoublay a las afueras de París, a media tarde. Sonriente, Aubenas, de 44 años, fue acogida en la pista por el presidente francés, Jacques Chirac, así como por su madre, Jacqueline, su padre, Benoit, y sus dos hermanos, Sylvie y Didier, y los hijos de éstos. Mientras los numerosos informadores y amigos presentes en la base aplaudían, la periodista de Libératio », que llevaba una chaqueta azul, fue abrazando a todos ellos en la pista antes de dirigirse al salón de honor de la base para estar un rato con su familia. Antes de que llegara el avión, Benoit Aubenas había afirmado que «nunca perdimos la esperanza». La periodista y su guía iraquí, Husein Hanoun -secuestrado junto a ella el pasado 5 de enero en Bagdad y que se reunió ayer con sus familiares en la capital iraquí-, recobraron la libertad en circunstancias sobre las que el Gobierno galo no ha dado precisiones, salvo para negar que se haya pagado un rescate. Ayer mismo por la noche, los servicios secretos franceses se hicieron cargo de la periodista para recabar informaciones detalladas sobre su secuestro. El director de los servicios secretos (DGSE), Pierre Brochand, estaba en el avión que trajo a Aubenas desde Chipre a París, junto a Douste-Blazy, y al director de Libératio », Serge July. «Fue una operación extremadamente peligrosa para nuestros hombres que la han desarrollado con una perfecta profesionalidad», declaró el embajador en Irak, Bernard Bajolet, quien señaló que Aubenas le había impresionado por «su fuerza y viveza aunque ha enflaquecido». «Lo primero que me dijo fue 'feliz año' ya que la última vez que nos vimos fue en Navidad», explicó.