La UE condena los actos de represión en Cuba, pero descarta volver a las sanciones

La Unión Europea mantendrá el diálogo político con las autoridades cubanas, pero en todas las visitas de alto nivel a la isla deberá aludirse al déficit en materia de derechos humanos. Ésta será durante el próximo año la posición europea respecto a Cuba, tal y como pactaron ayer en Luxemburgo los ministros de Asuntos Exteriores de los Veinticinco. La UE descartó así renovar el sistema de sanciones diplomáticas impuestas al régimen de Castro en junio del 2003, y que fuera suspendido de forma provisional hace medio año. En la declaración aprobada por los ministros se reitera la disposición de la UE a mantener un diálogo «enfocado» con las autoridades cubanas sobre una base recíproca y no discriminatoria, con el objetivo de llegar a resultados tangibles en el terreno de los derechos humanos, de la democratización y la liberación de los presos políticos. Los Veinticinco reafirmaron la «vigencia y validez» de esta posición común, acordada en 1996 y que cifra como objetivos europeos la democratización pacífica de la isla, la promoción de los derechos humanos y la mejora de las condiciones de vida de los cubanos. El ministro español, Miguel Ángel Moratinos, mostró su expectativa de que el Gobierno cubano responda con una «oferta de diálogo» que incluya la cuestión de los derechos humanos. Delegaciones como la checa y la alemana se mostraron especialmente combativas en lo que respecta a la represión de los opositores al régimen castrista, y forzaron que se condenaran las expulsiones de la isla de algunos políticos europeos.