Las operaciones contra los rebeldes no frenan los atentados terroristas en Irak

?ese al lanzamiento de dos enormes operaciones militares contra los grupos de insurgentes en la provincia de Al Anbar (oeste), los atentados terroristas siguen produciéndose en Irak. Desde el pasado fin de semana, el Ejército de EE.?UU, secundado por aviones de combate británicos, está involucrado en dos operaciones, denominadas Lanza y Excavadora, cuyo objetivo es eliminar a la insurgencia en su bastión, la provincia de Al Anbar, la más extensa del país. Cerca de veinte personas murieron ayer y más de ciento quince resultaron heridas en dos atentados con coche-bomba perpetrados en Bagdad y en la ciudad de Irbil, considerada la capital del Kurdistán iraquí. El ataque más cruento segó la vida de doce policías y ocurrió en un centro de reclutamiento situado en la carretera que une la citada localidad kurda y la disputada ciudad multiétnica de Kirkuk, a unos 400 kilómetros al norte de la capital. El suicida también causó heridas a más de cien personas, algunas de las cuales fueron trasladas a un hospital en estado de extrema gravedad, por lo que los médicos no descartan que el número de víctimas mortales pueda ascender en las próximas horas. Según el relato de la policía, el kamikaze, al volante de un vehículo de color rojo, se aproximó al acuartelamiento por la parte trasera, a través de una zona seca y polvorienta alejada de la carretera. Irbil, considerada la capital del Kurdistán iraquí, ha sido en los últimos años escenario de algunos de los atentados más cruentos perpetrados en Irak desde que en marzo de 2003 tropas de Estados Unidos invadieran y ocuparan el país. El atentado sucede escasas dos semanas después de que el veterano líder independentista kurdo, Masud Barzani, fuera elegido presidente del Kurdistán iraquí, nombramiento interpretado como un paso hacia el federalismo. Pese a ello, el líder kurdo ha garantizado la integridad del territorio. La ley iraquí La policía iraquí sigue a rajatable, por lo que parece, las técnicas que han hecho tristemente famosos a mandos y soldados norteamericanos encargados de la cárcel de Abu Grahib. Es la ley iraquí, la que interroga con saña a detenidos en las refriegas, a sospechosos de pertenecer a los rebeldes y a los terroristas que preparan los atentados que sacuden a diario el país. En la foto, un insurgente detenido muestra este ensangrentado aspecto después de haber sido interrogado tras su detención en las proximidades de una comisaría que sufrió un atentado y en la que murieron cinco policías iraquíes.