Las excavadoras entran en la historia
El ejército israelí destruye las primeras casas de colonos en Gaza desde 1967
Por primera vez desde que se inició la ocupación israelí de la franja de Gaza en la guerra de 1967, el ejército demolió ayer varias estructuras que utilizaban los colonos cerca del asentamiento judío Shirat ha-Yam. Durante la operación se registraron los primeros enfrentamientos violentos entre los soldados y los colonos, que incluso se subieron a los tejados de las estructuras antes de ser desalojados por la fuerza. Aunque ninguna de las dos partes utilizó las armas en su poder, dos colonos, diez soldados y un periodista israelí fueron atendidos por los servicios médicos de lesiones de menor importancia. Cuatro colonos fueron detenidos. Un soldado del cuerpo de ingenieros fue arrestado tras negarse a obedecer las órdenes de sus superiores y sumarse a las consignas que gritaban los colonos. La que más se oyó durante los enfrentamientos fue «los judíos no expulsan a los judíos», que es el principal lema que han adoptado los colonos. El ejército decidió atajar las obras que los colonos llevaban a cabo en las citadas estructuras, que originalmente fueron construidas por los egipcios antes de 1967 como una especie de casas de veraneo para personalidades. Los colonos decidieron reconstruir algunas de ellas. Querían acondicionarlas como viviendas, puesto que allí pensaban alojar a extremistas israelíes que han prometido viajar a Gaza antes de la evacuación, para apoyar a los colonos que se niegan a salir de la franja. Un dirigente de los colonos, Arik Yitzhaki, declaró que la demolición de este domingo no va a detener la resistencia. «Podemos vivir perfectamente en tiendas de campaña», comentó. Justo cuando las excavadoras daban por concluida su tarea llegaron al lugar centenares de colonos, en su inmensa mayoría jóvenes y estudiantes de escuelas talmúdicas. Algunos se arrojaron al suelo entre las ruedas de los vehículos del ejército para impedir su movimiento, aunque las demoliciones ya habían terminado. El incidente ocurrió cerca del hotel Maoz ha-Yam (Fortaleza del Mar), donde decenas de colonos se han hecho fuertes desde hace varios días, convirtiendo el lugar en el principal refugio de la resistencia contra el plan de desconexión.