Las multinacionales advierten que revisarán sus inversiones en el país
Las empresas que operan en Bolivia, la española Repsol YPF, British Petroleum, la francesea TotalFinaElf y la brasileña Petrobras calificaron la decisión gubernamental de confiscatorios de sus derechos establecidos en los contratos de 1996, de expropiatoria y de ahuyentar la inversión privada en el país sudamericano. Algunas de estas empresas, como Petrobras, Repsol y Total, ya han advertido que la fuerte carga tributaria recién creada les obligará a revisar sus planes de inversión en el país sudaméricano. No obstante, un portavoz de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH), que agrupa a las empresas bolivianas y extranjeras del sector, anunció que ayer evaluaban en conjunto el alcance de la decisión gubernamental de asumir el control físico del sector y someterlas a auditorías y al pago de un polémico nuevo impuesto. «Después del análisis jurídico y ténico seguramente habrá un pronunciamiento», dijo el portavoz. El pasado día 24, el embajador de España en Bolivia, Juan Francisco Montalbán, anunció que las inversiones españolas en el sector de los hidrocarburos bolivianos, que llevaba a cabo funamentalmente Repsol, permaneceran congeladas hasta que se celebren las elecciones general en Bolivia, previstas en un principio para el próximo diciembre. Se estima que el erario público boliviano ingresará por conceptos de impuestos y regalías provenientes de la producción petrolera «compartida» entre 500 y 700 millones de dólares al año, montante que supone poco más que el total del déficit fiscal previsto para el ejercicio fiscal del 2005, equivalente al 5,8 por ciento del Producto Interior Bruto de 8.700 millones de dólares.