El Partido Popular Europeo, contrario al pleno ingreso

El Partido Popular Europeo se unió ayer al coro de voces que en las últimas semanas abogan por paralizar la adhesión de Turquía a la Unión, sustituyéndola por una asociación privilegiada. El primero de los líderes conservadores en salir a la palestra para frenar el ingreso de Turquía fue Ángela Merkel, la líder de la CDU alemana, que se perfila como el relevo del canciller Schröder. También su colega francés y número dos del Ejecutivo galo, Nicolás Sarkozy, que compite también por la presidencia de la República, reclamó el pasado lunes la «suspensión» de cualquier ampliación europea, al margen del compromiso con Rumanía y Bulgaria. El PPE de la Eurocamára, a través del democristiano alemán Elmar Brok, acusó a la Comisión de no enterarse de lo ocurrido en Francia y Holanda tras el rechazo a la Constitución europea, y consideró «peligroso» que se siga garantizando la perspectiva de la adhesión de Ankara. También el canciller austríaco, el conservador Wolfgang Schüssel, abogó ayer por ofrecer a Turquía el estatus de asociación privilegiada.